Se presenta iconografía recogida en nuestro centro de los diferentes hallazgos radiológicos en mamas operadas por cáncer con CC,
tanto de los típicamente benignos como de los que pueden simular o enmascarar una recidiva,
y de algún caso de recidiva.
El conocimiento de los diferentes hallazgos radiológicos en el seguimiento de la mama operada y su cronología nos puede ser útil para disminuir las biopsias innecesarias,aunque el diagnóstico de recidiva siempre será histológico.
HALLAZGOS RADIOLÓGICOS:
Colecciones postquirúrgicas: Aparecen en el lecho de la tumorectomía.
Pueden tratarse de seromas o hematomas Fig. 3 ,
con frecuencia evolucionan a necrosis grasa Fig. 4 y Fig. 5 .
Suelen formarse de forma precoz y resolverse en los primeros 12 meses postintervención. En la mamografía son masas bien delimitadas y densas,
en la ecografía son lesiones quísticas complejas con septos,
loculadas y con engrosamientos murales. Su evolución es a la formación de cicatrices.
Edema y aumento de la densidad mamaria: Secundarios a la cirugía previa y a la RT.
El edema postQ es más evidente en la zona quirúrgica,mientra que el debido a la RT es más difuso Fig. 6 .
Estos cambios deben disminuir con el tiempo,aunque el edema puede persistir durante años y no resolverse por completo.
El diagnóstico diferencial debe hacerse con diseminación linfática,
fallo cardiaco y mastitis.
Engrosamiento cutáneo:Asociado al edema.
Contribuye al aumento de la densidad mamaria.
Después de la RT el engrosamiento puede llegar a 1cm.
o incluso ser superior en la zona periareolar Fig. 6 .
Se resuelve gradualmente en 2-3 años y permanece estable.Si el edema o el engrosamiento cutáneo aumentan,
después de permanecer estables,
hay que estar alertas de una posible recidiva.
Calcificaciones
Benignas: Aparecen en un 30-50% de los casos,
y pueden ser debidas a diferentes causas: necrosis grasa Fig. 7,
RT, material de sutura que calcifica Fig. 8 . Inicialmente pueden presentar un aspecto amorfo y distrófico,
sobre todo las debidas a necrosis grasa, que a veces son indistinguibles de malignidad,principalmente en las fases iniciales de su formación,y es necesario biopsiarlas Fig. 9 . Suelen aparecer antes que las malignas,pero se pueden visualizar de nuevo incluso años después del tratamiento Fig. 10 .
Malignas: Un 43% de las recidivas locales se manifiestan como calcificaciones en la mamografía Fig. 11. Pueden ser finas,
irregulares, pleomórficas,
agrupadas,
con una distribución lineal o regional .
Son más sospechosas de malignidad si están localizadas fuera del lecho quirúrgico,
aunque muchas RL ocurren en la zona de la tumorectomía. Especial atención en los casos de cirugia conservadora por CDI con extensas áreas de CDIS o de comedocarcinoma.
Distorsión de la arquitectura.Benigna/Maligna:Aparece en el lecho quirúrgico por la formación de la cicatriz postQ y la necrosis grasa.
En la mamografía se presenta como un aumento de densidad irregular o con espículas,con engrosamiento cutáneo que recuerda malignidad Fig. 12 y Fig. 13.
Suele estabilizarse a los dos años post CC .Si la distorsión aumenta de tamaño o se hace más densa es sospechosa de recidiva Fig. 14 y Fig. 15. La sensibilidad de la mamografía es de un 55-68% según las series,
por el contrario la RM puede ser de utilidad ya que tiene una mayor sensibilidad (superior al 90%) y especificidad para diferenciar entre cicatriz postQ o recidiva a partir de los 18 meses de finalizado el tratamiento Fig. 16 y Fig. 17.
La RM no demuestra realce del contraste de forma significativa en la cicatriz quirúrgica, aunque a veces pueden verse pequeñas áreas focales de captación.