INTRODUCCIÓN:
El osteoma osteoide representa aproximadamente el 10% de los tumores óseos benignos.
Se presenta con mayor frecuencia en la segunda década de la vida, con un predominio en el sexo masculino (proporción hombre-mujer 4:1).
Característicamente los pacientes presentan dolor óseo no relacionado con la actividad física y que a menudo empeora por la noche. Se suele aliviar con la administración de salicilatos u otros fármacos antiinflamatorios no esteroideos.
Otras manifestaciones menos frecuentes son los trastornos de crecimiento, la deformidad ósea o la escoliosis dolorosa.
El osteoma osteoide se caracteriza por un "nidus" asociado a esclerosis ósea reactiva,
engrosamiento cortical y edema óseo.
El término "nidus" se refiere al tumor propiamente dicho. No suele superar los 2 cm y está compuesto por hueso en distintas fases de maduración en el seno de un estroma constituido por tejido conjuntivo altamente vascularizado. El centro del nidus,
por lo general, es la parte más densamente mineralizada y presenta una cantidad variable de calcificación.
HALLAZGOS EN RADIOGRAFÍA CONVENCIONAL:
- Las radiografías muestran característicamente una radiolucencia en el hueso de morfología redonda u ovalada que representa el nidus (por lo general menor de 2 cm),
el cual muestra una cantidad variable de mineralización central y se acompaña de un grado variable esclerosis y engrosamiento cortical adyacente.
- Puede ser difícil identificar el nidus si la esclerosis ósea es muy significativa.
HALLAZGOS EN TOMOGRAFÍA COMPUTERIZADA (TC):
- La TC proporciona la mejor caracterización tanto del nidus como de la esclerosis ósea que lo rodea.
- El nidus es visualizado como una lesión de baja atenuación,
bien definida,
de morfología redonda u oval y que presenta diferentes grados de mineralización central.
- Cuando la esclerosis ósea reactiva está presente puede variar desde leve a esclerosis significativa con reacción perióstica y formación de hueso nuevo, lo cual puede enmascarar el nidus.
- Estudios de TC con cortes finos (2-3 mm) en plano axial,
realizando reconstrucciones multiplanares obtenidas con un algoritmo de hueso y visualizados con ventana ósea,
delimitan mejor el nidus cuando éste es de pequeño tamaño.
- Aunque el uso de contraste intravenoso no es necesario,
puede observarse el realce de un nidus hipervascular (no calcificado) en los estudios de TC dinámicos.
HALLAZGOS EN RESONANCIA MAGNÉTICA (RM):
- El nidus presenta una baja-intermedia intensidad de señal en secuencias potenciadas en T1 y una intensidad de señal variable en secuencias potenciadas en T2,
dependiendo de la cantidad de mineralización presente en el centro del nidus.
Debido al aumento de resolución espacial,
un nidus calcificado puede ser visualizado como una zona central de baja intensidad de señal (porción mineralizada) y una periferia de alta intensidad de señal (porción no mineralizada).
- Se observa hiperintensidad de señal en la zona reactiva que rodea al nidus en secuencias potenciadas en T2 o STIR cuando el edema en la médula ósea y en los tejidos blandos adyacentes está presente.
- El nidus puede presentar intenso realce tras la administración de gadolinio intravenoso.
- Los hallazgos de imagen pueden ser inespecíficos y confundirse con otras patologías (fracturas de estrés u osteomielitis) en casos que el edema circundante sea extenso y oculte el nidus.
- Frecuentemente no se pueden detectar nidus de pequeño tamaño en la RM porque la señal del nidus es a menudo similar a la señal del hueso cortical.
CLASIFICACIÓN:
El osteoma osteoide se clasifica acorde a la localización del nidus:
- Cortical (el tipo más frecuente): se asocia característicamente a un engrosamiento cortical fusiforme de la diáfisis de un hueso largo,
más frecuentemente el fémur ( Fig. 1 ; Fig. 2 ; Fig. 3 ) y la tibia (Fig. 4).
- Intramedular: típicamente localizado en el cuello femoral (Fig. 5),
en los huesos del carpo y del tarso y en los elementos vertebrales posteriores.
La esclerosis ósea reactiva suele ser leve-moderada en esta localización.
- Subperióstico: se presenta con mayor frecuencia en el cuello del astrágalo (Fig. 6).
También suele aparecer en la vertiente medial del cuello femoral y en los huesos de las manos y de los pies.
( Fig. 7 ; Fig. 8 )
LOCALIZACIÓN:
El osteoma osteoide puede ocurrir en cualquier hueso.
La mayoría de las lesiones se encuentran en la diáfisis de los huesos largos de la extremidad inferior (fémur y tibia: 50% de los casos). Aproximadamente el 30% de los casos se producen en la columna vertebral,
las manos o los pies. Lugares menos comunes son la escápula,
las costillas,
la pelvis,
la mandíbula,
la rótula y el cráneo (Fig. 9).
Una localización inusual puede complicar el proceso de diagnóstico.
LOCALIZACIONES INUSUALES:
Osteoma osteoide vertebral: (Fig. 10)
- El osteoma osteoide localizado en la columna vertebral representa el 10% de los casos.
- El segmento vertebral lumbar es donde se observa más frecuentemente,
afectándose los elementos posteriores con mayor frecuencia que el cuerpo vertebral.
- El segmento vertebral sacro es el que con menor frecuencia se ve afectado.
- Es complicado visualizar estas lesiones en radiografías convencionales debido a la complejidad de la anatomía vertebral y a la interposición de tejidos blandos.
Osteoma osteoide en manos y pies: (Fig. 11)
- En los huesos del carpo y del tarso se presenta el osteoma osteoide intramedular,
donde suele desarrollarse una menor esclerosis ósea reactiva.
- Todos los tipos de osteoma osteoide pueden ocurrir en el metacarpo,
en el metatarso y en las falanges.
- El edema óseo y de partes blandas puede ser significativo en el osteoma osteoide que ocurre en las manos o en los pies,
siendo un hallazgo que puede confundir con otras patologías (infección o artritis inflamatorias).
OSTEOMA OSTEOIDE INTRAARTICULAR (Fig. 12)
- Es considerado una entidad clínica independiente que se presenta en las superficies óseas que forman parte de una articulación (la cadera es la articulación más frecuentemente afectada).
- Los síntomas contribuyen al error diagnóstico: el dolor no es siempre peor por la noche y predomina el dolor y derrame articular.
- Debido a la ausencia de la capa interna del periostio (llamada cambium),
la cual es responsable de la formación de hueso,
la esclerosis ósea reactiva y el engrosamiento cortical son mínimos o están ausentes.
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL:
Cuando se presentan cambios inflamatorios severos pueden dificultar el diagnóstico del osteoma osteoide y simular otras patologías diferentes:
- Reacción perióstica prominente y corta edad: osteomielitis o tumor óseo maligno (como el sarcoma de Ewing). (Fig. 13)
- Hipertrofia sinovial severa y abundante derrame articular: artritis séptica o artritis crónica inflamatoria.
- Edema significativo de partes blandas y médula ósea que enmascaran el nidus: lesión traumática o infección.
OSTEOMA OSTEOIDE VS ABSCESO INTRACORTICAL (Table 1)
El absceso intracortical y el osteoma osteoide a menudo son indistinguibles en la radiografía convencional.
La apariencia radiológica de un secuestro óseo en un absceso cortical se puede confundir con la calcificación central del nidus del osteoma osteoide.
( Fig. 14 ; Fig. 15 )
La presencia de un tracto lineal que se dirige fuera de la cavidad del absceso puede ser útil para la diferenciación de ambos.