El SAA engloba a un grupo heterogéneo de pacientes con un perfil clínico de dolor aórtico con antecedentes de hipertensión arterial severa.
En nuestro caso,
las patologías que se consideraron fueron Hematomas Intramurales (HI),
Disección Aórtica (DA),
rotura de aneurisma y placas ulceradas/úlceras aórticas.
El 79 % de todos los pacientes fueron varones con una media de 65 años (rango de 29-99 años).
La clínica más frecuente fue el dolor (torácico,
abdominal,
lumbar) seguida de la masa pulsátil.
Hubo correlación positiva para SAA en el 47% de los estudios.
La patología más frecuente fue la rotura aórtica (32 casos),
seguida de DA tipo A (24%,
cinco postcateterismo cardíaco), 24% de úlcera penetrante,
15% casos de DA tipo B y 5% de HI.
1.
ROTURA DE ANEURISMA DE AORTA (AA).
En nuestra serie,
fue la entidad más prevalente,
consecuencia de la alta frecuencia de los aneurismas como proceso degenerativo crónico que produce debilitamiento localizado de la pared aórtica.
Su historia natural es la expansión progresiva y la rotura.
Se considera que existe un AA cuando el diámetro de la aorta excede de 3 cm o un 50 % del diámetro arterial normal (Fig. 1).
Fig. 1: Imágenes de TC con contraste intravenoso, que muestran un aneurisma de aorta torácica ascendente (imagen izquierda, flecha) y de un aneurisma de aorta abdominal con extenso trombo mural anterior, sin signos de complicación (imagen derecha, flecha)
References: Servicio de Radiología. Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid.
Recordemos que el 9% de los pacientes de mayores de 65 años tienen un AAA y su rotura produce 15.000 muertes anuales en Estados Unidos.
Tiene mayor incidencia en varones (4:1) y su localización más frecuente es infrarrenal (Fig. 2).
Fig. 2: Reconstrucciones MIP que muestran un aneurisma infrarrenal no complicado con extensa ateromatosis aortoilíaca.
References: Servicio de Radiología. Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid.
El consenso sobre AA de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular señala que el número de AA estimado en España es de 250.000 casos y que la mortalidad por rotura aneurismática oscila entre 7.000 y 8.000 casos al año.
En algunos casos previa a la petición del angioTC,
la exploración física detectó una masa abdominal pulsátil dolorosa a la palpación o presencia de un soplo abdominal.
La rotura de un AAA presenta en un tercio de los casos la triada clásica de dolor abdominal agudo o dolor lumbar,
masa abdominal pulsátil e hipotensión.
Otros síntomas fueron cólico renal,
hemorragia gastrointestinal,
abdomen agudo e isquemia intestinal o de miembros inferiores.
Son signos predictores de ruptura:
1.
El rápido aumento del tamaño y la irregularidad de la pared del aneurisma (Fig. 3 y Fig. 4).
Fig. 3: Mujer de 85 años ingresada por gastroenteritis aguda. Antecedentes personales de aneurisma de aorta abdominal en seguimiento por el Servicio de Cirugía Vascular, visible en radiografía simple de abdomen y angioTC previo de hacia 2 meses, con extenso trombo anterior.
Presenta dolor abdominal e hipotensión arterial.
References: Servicio de Radiología. Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid
Fig. 4: Mujer de 85 años ingresada por gastroenteritis aguda. Presenta dolor abdominal e hipotensión arterial. Se realiza nuevo angioTC que muestra crecimiento del aneurisma (flechas azules), irregularidad de la pared posterolateral del aneurisma y hematoma retroperitoneal derecho como signo de rotura. Se desestimó cirugía y la paciente falleció.
References: Servicio de Radiología. Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid
2.
La discontinuidad de las calcificaciones periféricas (Fig. 5 y Fig. 6).
Fig. 5: Varón de 78 años con dolor abdominal e hipoperfusión. Reconstrucciones MIP de AngioTC aórtico con contraste intravenoso que muestran hematoma retroperitoneal (estrella) con irregularidad de las calcificaciones en la pared izquierda del aneurisma, en relación con rotura.
Se realizó cirugía urgente con by-pass aortobiilíaco y el paciente continúa con revisiones en cirugía vascular.
References: Servicio de Radiología. Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid
Fig. 6: Varón de 84 años con dolor abdominal Reconstrucciones coronales y MIP de angioTC aórtico, que muestra AAA con irregularidad de las calcificaciones de la pared y pequeño hematoma retroperitoneal periaórtico. Se diagnosticó de rotura aórtica, con colocación de endoprótesis con supervivencia actual del paciente.
References: Servicio de Radiología. Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid.
3.
La presencia de una semiluna de alta atenuación en el trombo (Fig. 7)
Fig. 7: AngioTC torácico basal (imagen izquierda) que muestra aneurisma de 10 cm con tombo mural hiperdenso (flechas amarillas). En la imagen derecha, se aprecia presencia de contraste intratrombo como signo inminente de rotura (flecha azul).
References: Servicio de Radiología. Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid
Se valoraron como signos de rotura
1.
Líquido de alta densidad en pericardio, espacio pleural izquierdo (Fig. 8) o retroperitoneal (Fig. 9).
Fig. 8: Mujer de 81 años con dolor torácico e hipotensión arterial. El angioTC torácico muestra aneurisma de cayado y aorta torácica descendente, con irregularidad de la pared (flecha) y hemotórax izquierdo, en relación con rotura aneurismática. Se desestimó cirugía y la paciente falleció.
References: Servicio de Radiología. Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid
Fig. 9: Mujer de 89 años con dolor abdominal y livideces en miembros inferiores. En angioTC aórtico, se identifica gran aneurisma de aorta abdominal infrarrenal (flechas) con extenso hematoma retroperitoneal (estrella). Se desestima cirugía y la paciente fallece.
References: Servicio de Radiología. Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid
2.
Extravasación de contraste hacia mediastino,
espacio pleural o retroperitoneo (Fig. 10 y Fig. 11).
Fig. 10: Varón de 73 años con dolor abdominal, masa abdominal e hipotensión. Se muestran reconstrucciones axiales y sagital de angioTC aórtico con contraste intravenoso, con aneurisma de aorta abdominal, extenso hematoma retroperitoneal (estrellas) y presencia de extravasación de contraste (flechas amarillas). Se realiza cirugía urgente con injerto aortobiilíaco y el paciente sigue realizando revisiones en consulta de Cirugía Vascular.
References: Servicio de Radiología. Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid
Fig. 11: Varón de 77 años con sindrome aórtico agudo. Reconstrucciones sagital y coronal de angioTC aórtico, con gran hematoma retroperitoneal, rotura de aneurisma abdominal y extenso extravasado de contraste al retroperitoneo (flechas). Se realiza injerto aortobiilíaco urgente, con fallecimiento del paciente.
References: Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid.
En nuestra serie,
encontramos una alta prevalencia masculina (88.
3%) que presentan una media de edad de 75.7 años con rango de edad entre 50 y 93 años.
La incidencia fue de 11.7% en el sexo femenino,
con media de edad de 81.75 años y rango entre 72 y 85 años.
Se realizó cirugía en el 50% de casos con bypass aortobiilíaco en 14,
axilobifemoral (1),
aortobifemoral (1). La mortalidad fue muy elevada en el 73.5% de casos,
tanto en pacientes con tratamiento quirúrgico y en aquellos desestimados para cirugía.
En tres pacientes se utilizó como alternativa la reparación endovascular del AA,
que se asoció con una menor morbilidad y sin mortalidad. Las prótesis actuales tienen una malla autoexpandible de nitinol o acero recubierta de tejido (dacrón/politetrafluoroetileno expandido o PTFE),
visibles en la radiografía simple (Fig. 12).
Fig. 12: Radiografía de abdomen que muestra endoprótesis aorto biilíaca
References: Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid.
2.
DISECCIÓN AÓRTICA CLÁSICA
Requiere un diagnóstico y tratamiento inmediato,
y el angioTC presenta una sensibilidad y especificidad cercana al 100% en el diagnóstico.
La disección aórtica se caracteriza desde el punto de vista anatomopatológico por el paso de la sangre,
que penetra en la pared de la aorta a través de una solución de continuidad en la íntima,
separando la íntima de la media,
con una extensión longitudinal y circunferencial variables.
Esta división de la capa media es la responsable de los dos signos más importantes para el diagnóstico de disección en la angioTC: la presencia del colgajo intimomedial o flap (Fig. 13 y Fig. 14) y la existencia de dos luces aórticas (Fig. 15).
Fig. 13: Adquisición basal de AngioTC aórtico que muestra desplazamiento del calcio intimal (flecha amarilla) como signo de disección aórtica tipo B de Stanford.
References: Servicio de Radiología. Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid.
Fig. 14: Varón de 60 años con dolor torácico y sospecha de SAA. Adquisición basal de angioTC aórtico que muestra flap intimal con calcio (flechas) en paciente con disección aórtica tipo A de Stanford.
References: Servicio de Radiología. Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid.
Fig. 15: Adquisición helicoidal con contraste intravenoso en AngioTC aórtico con imagen de disección aórtica clásica tipo B, con visualización del flap intimal y presencia de dos luces aórticas. La Luz verdadera es más pequeña y presenta más densidad de contraste (flecha amarilla).
References: Servicio de Radiología. Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid.
El desgarro íntimo-medial inicial o puerta de entrada se sitúa en las áreas con un mayor estrés: aorta ascendente por encima de la válvula aórtica,
itsmo aórtico inmediatamente después de la arteria subclavia izquierda,
el arco aórtico y la aorta abdominal.
Entre los factores predisponentes,
encontramos la HTA en un 70% de casos,
síndrome de Marfan que presenta necrosis quística de la media,
válvula aórtica bicúspide,
yatrogenia,
y coartación de aorta.
En pacientes normotensos,
hay que valorar la posibilidad de ingesta de cocaína.
Entre los aspectos clínicos, estos pacientes presentan dolor aórtico: dolor torácico muy intenso agudo (lancinante,
desgarrante) pulsátil y migratorio.
Se puede irradiar al cuello,
garganta y mandíbula indicando disección de aorta ascendente,
mientras que si el dolor se localiza en abdomen o espalda,
la disección es en aorta descendente.
Los pacientes presentan en muchos casos hipotensión,
signos de taponamiento,
disminución o asimetría de los pulsos o soplo de insuficiencia aórtica.
Otros síntomas asociados son ictus,
neuropatía periférica,
síncope,
insuficiencia cardíaca,
isquemia aguda de miembros superiores/ inferiores, síndrome de vena cava superior,
disfagia,
ronquera,
hemoptisis o hematemesis.
Para la clasificación de las disecciones,
se utiliza la clasificación de Stanford,
sugerida por Daily y colaboradores en 1970,
más aceptada en la actualidad por ser más práctica que la de DeBakey.
Tiene en cuenta exclusivamente la posible afectación de la aorta ascendente y diferencia dos tipos:
Tipo A: Incluye todas las disecciones que afectan la aorta ascendente,
independientemente de su extensión.
Se corresponde con los tipos DeBakey I y II (Fig. 16).
Fig. 16: Varón de 82 años con dolor tóracico e hipotensión. El angioTC aórtico muestra hemomediastino y hemopericardio. Se identifica imagen de flap intimal con la misma densidad de contraste en luz verdadera y falsa. Se aprecia el ostium de la arteria coronaria izquierda en la luz verdadera (imagen D)
References: Servicio de Radiología. Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid.
Tipo B: Incluye las disecciones que no afectan a la aorta ascendente.
Se corresponde con el DeBakey tipo III (Fig. 17).
Fig. 17: AngioTC aórtico con contraste intravenoso que muestra imagen de disección tipo B de Stanford, con luz verdadera anterior con mayor densidad de contraste (flecha).
References: Servicio de Radiología. Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid.
Diagnóstico de imagen
Los dos aspectos más importantes del diagnóstico de la disección son la confirmación de la disección y la distinción entre tipos A y B de Stanford.
La radiografía de tórax puede presentar signos indirectos.
y si es normal,
no descarta el diagnóstico de disección (Fig. 18).
Fig. 18: Varón de 55 años con dolor abdominal sin leucocitosis. En la radiografía de tórax PA de la izquierda, se identifica elongación aórtica y distensión abdominal, permaneciendo en observación.
Doce horas después, presenta dolor torácico de alta intensidad. La nueva radiografía a la derecha muestra signos indirectos de patología aórtica como el ensanchamiento mediastínico, doble contorno del botón aórtico (flecha) y desviación traqueal.
En la figura 22, el angioTC confirma el diagnóstico de disección tipo B.
References: Servicio de Radiología. Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid.
Para ello necesitamos técnicas diagnósticas rápidas y capaces de ofrecer una información precisa sobre las características morfológicas y hemodinámicas de la disección: ETE (ecocardiograma transesofágico),
ETT (ecocardiograma transtorácico),
TC (tomografía computarizada) y RM (resonancia magnética).
La precisión diagnóstica del ETE,
la TC y la RM para la disección es similar.
La angioTC es la técnica de elección por su rapidez,
permitiendo el estudio completo de la aorta.
Debemos valorar:
- El flap o colgajo de la disección.
- Detección de las dos luces aórticas.
- Referir la puerta de entrada y relación con los ostium coronarios y plano valvular aórtico (Fig. 19).
Fig. 19: Varón de 51 años con síndrome coronario agudo. El dolor es resistente a mórficos y vasodilatadores coronarios, sin clara elevación enzimática.
Se solicita angioTC aórtico con contraste con reconstrucciones sagitales y axiales, que muestra flap intimal en aorta torácica ascendente en relación con disección aórtica tipo A. Ambas arterias coronarias están perfundidas desde la luz verdadera (flechas azules).
Se aprecia flap desde el plano valvular (flecha amarilla) y muy discontinuo, indicando múltiples puertas de entrada.
Se realiza cirugía urgente con sustitución valvular aórtica y de aorta ascendente, con supervivencia del paciente.
References: Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid.
- Presencia de hematoma mediastínico,
derrame pleural o pericárdico o extravasado de contraste como signo de rotura.
- Valoración de los vasos ilíacos,
troncos supraaórticos y ramas viscerales respeto a las luces verdadera y falsa (Fig. 20).
Fig. 20: Mujer de 63 años con clínica de ictus y dolor torácico. Se realiza TC craneal sin hallazgos. Ante la sospecha de disección de aorta, se realiza angioTC basal y con contraste. Se identifica disección tipo A de Stanford, con flap intimal y doble luz aórtica con diferente densidad.
Se identifica afectación de troncos supraórticos (imagen A), hemopericardio (imagen C) e hipoperfusión renal (imagen F) por dependencia de arteria renal izquierda de la luz falsa.
La arterias coronarias, tronco celíaco y arteria mesentérica superior están perfundidas por la luz verdadera.
Se realizó cirugía de Bental-Bono. La paciente sobrevive, pero con importantes secuelas neurológicas.
References: Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autonóma de Madrid.
En nuestra serie,
separamos ambos tipos por su diferente pronóstico y tratamiento.
Disección tipo A
La media de edad fue de 62.4 años con rango entre 40-87 años.
El 39 % corresponden a mujeres con media de 61.4 años (rango de 40-87 años).
El 61% fueron hombres con media de edad de 63 años y rango de 50 a 82 años.
Se realizó intervención quirúrgica en el 65% de pacientes con mortalidad inmediata postcirugía de 7 pacientes (30%).
Las disecciones tipo A yatrogénicas por cateterismo se diagnostican con facilidad en el TC basal por el depósito de contraste yodado intramural (Fig. 21).
La evolución clínica es buena,
excepto una paciente que,
en el postoperatorio de revascularización miocárdica,
fallece dos meses después por neumonía nosocomial.
Fig. 21: Mujer de 63 años con síndrome coronario agudo. Durante coronariografía, la paciente presenta dolor torácico con imagen sugestiva de disección tipo A.
El diagnóstico se realiza en reconstrucciones axiales, sagitales y coronales de angioTC aórtico sin contraste. Se aprecia una semiluna hiperdensa que corresponde al contraste en la pared aórtica (flechas). La paciente tuvo buena evolución clínica con tratamiento conservador, sin progresión de la disección.
References: Servicio de Radiología. Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid.
Disección tipo B (Fig. 22 y Fig. 23 )
Es una patología con alta prevalencia masculina (92% de pacientes) con media de edad de 59 años,
con rango entre 23 y 74 años.
Se realizó tratamiento con endoprótesis en 5 pacientes (38%) y resto con tratamiento conservador.
En los pacientes no tratados con endoprótesis,
se produce mortalidad precoz en el 30%.
Hubo un paciente con mortalidad tardía por isquemia mesentérica 17 meses después del diagnóstico de disección y tratado con endoprótesis.
Fig. 22: Varón de 55 años. AngioTC torácico con contraste con reconstrucciones axiales y sagitales. Se aprecia disección aórtica tipo B con imagen de flap intimal (flechas azules) y sangrado activo mediastínico (flecha amarillo).
References: Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid.
Fig. 23: Varón de 55 años. Angiografía en paciente con disección tipo aórtica tipo B. En la imagen izquierda, se aprecia la obliteración de la luz falsa mediante endoprótesis. En la imagen derecha, persiste imagen de flap intimal en aorta abdominal y arteria ilíaca derecha (flecha).
References: Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid.
3.
HEMATOMA INTRAMURAL AÓRTICO
Supone entre el 10-30% de los SAA según la literatura.
Es una variante de disección aórtica caracterizada por la ausencia de una puerta de entrada y su origen se atribuye a una hemorragia de los vasa vasorum de la mitad externa de la capa media.
Se trata de una hemorragia parietal aórtica y no se detecta flujo dentro de la pared aórtica.
El diagnóstico en angioTC es un engrosamiento semilunar o circular de la pared aórtica que es más densa que la luz vascular en el estudio basal.
En el estudio con contraste,
este engrosamiento espiroideo de la pared aórtica no presenta flujo en su interior (Fig. 24).
Fig. 24: Varón de 74 años con dolor torácico y sospecha de SAA. En las imágenes superiores sin contraste intravenoso, se identifica una semiluna hiperdensa en aorta descendente torácica que no se rellena de contraste en las imágenes inferiores (flechas) en relación con hematoma intramural tipo B de Stanford. Se instauró tratamiento conservador.
References: Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid.
El tratamiento es similar al de la disección clásica.
El hematoma tipo A es quirúrgico y el hematoma tipo B precisa tratamiento médico.
En nuestra serie,
hubo cinco casos de HI: 40 % mujeres y 60% hombres con media de edad de 68.8 años,
con rango de edad entre 47 y 99 años.
En dos pacientes se realizó cirugía precoz con técnica de Bental Bono (Fig. 25) y buena evolución clínica.
Fig. 25: Varón de 47 años con dolor torácico. En angioTC aórtico con contraste, se identifica hematoma intramural en aorta torácica ascendente y cayado. Se realiza cirugía urgente con técnica de Bental-Bono con buena evolución del paciente. El estudio anatomopatólogico de la aorta confirma sangrado y necrosis de la capa media.
References: Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid.
En los tres pacientes que se instauró tratamiento conservador,
uno permaneció estable.
Un segundo paciente evolucionó a disección tipo B y se trató con endoprótesis (Fig. 26 y Fig. 27).
El tercer paciente presentó rotura aórtica un mes después y falleció.
Fig. 26: Varón de 74 años con dolor torácico y sospecha de SAA. En angioTC aórtico un mes antes, se diagnostica de hematoma intramural tipo B de Stanford con tratamiento conservador.
El nuevo estudio muestra cortes axiales con evolución del hematoma a disección aórtica tipo B, con evidencia de flap intimal y diferente densidad de la luz verdadera y falsa. Se trató al paciente con endoprótesis, con buena evolución clínica.
References: Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid.
Fig. 27: Varón de 74 años con dolor torácico y sospecha de SAA. En angioTC aórtico un mes antes, se diagnostica de hematoma intramural tipo B de Stanford con tratamiento conservador.
El nuevo estudio muestra reconstrucciones sagitales, coronales y oblicuas con evolución del hematoma a disección aórtica tipo B, con evidencia de flap intimal y diferente densidad de la luz verdadera y falsa. Se trató al paciente con endoprótesis, con buena evolución clínica.
References: Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid.
4.
PLACAS ULCERADAS - ÚLCERA PENETRANTE AÓRTICA
Se trata de una lesión ateroesclerótica con ulceración superficial de la placa,
que penetra en la lámina elástica interna y permite la formación de un hematoma en el interior de la capa media de la aorta.
Aparecen asociadas en el 2.3% de los pacientes con sospecha de disección aórtica y se asocia en un 52% con hematomas intramurales localizados (Fig. 28).
Fig. 28: Varón de 62 años que durante dos años acude periódicamente al servicio de Urgencias Hospitalarias por dolor torácico transfisivo que calma con mórficos. En los sucesivos angioTC aórticos realizados, el paciente presentaba una placa ulcerada en aorta torácica descendente (flechas), que precisó tratamiento con endoprótesis.
References: Servicio de Radiología. Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid.
Puede dar lugar a complicaciones graves como aneurisma sacular,
pseudoaneurisma,
rotura transmural y disección.
Se localizan fundamentalmente en la aorta torácica descendente o abdominal superior.
El diagnóstico en angioTC torácico podemos encontrar como signos:
- Acumulación excéntrica de contraste dentro de la pared aórtica (Fig. 29).
- Colgajo de la íntima,
grueso e irregular.
- Hematoma intramural localizado.
- Engrosamiento o realce de la pared adyacente al hematoma.
- Medialización de calcificaciones
- Signo de la aorta cubridora o draped aorta sign: El margen posterior de la aorta sigue el contorno y se amolda al cuerpo vertebral adyacente,
no identificando la pared posterior de la aorta como una línea definida. Se asocia con una pared aórtica posterior débil y una fuga contenida.
El signo de la aorta cubridora en la angioTC representa una fase temprana de rotura,
cuando la hemorragia se contiene por la parte anterior de la fascia renal anterior y la raíz del mesenterio dorsal,
pero ha empezado a pasar posteriormente hacia el músculo psoas (Fig. 30).
Fig. 29: Varón de 71 años con sospecha de SAA. Las imágenes de angioTC aórtico con contraste intravenoso muestran una úlcera aórtica con acumulación excéntrica de contraste y hematoma mural localizado en la pared aórtica (flechas). El paciente hace seguimiento en Cirugía Vascular, está estable y no ha precisado cirugía.
References: Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid.
Fig. 30: Varón de 49 años con dolor epigástrico y sospecha de SAA. En las figuras A y B, se aprecia ulcera aórtica con el signo de la aorta cubridora (draped aorta sign) señalado con flechas.
Veinte días después, el paciente acudió con shock hipovolémico y dolor abdominal. En el nuevo angioTC aórtico con contraste (figuras C y D), se aprecia evolución de la úlcera a pseudoaneurisma con signos de rotura. El paciente falleció.
References: Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid.
La historia natural es desconocida y el tratamiento debe ser individualizado.
En nuestra experiencia,
se recogieron 21 pacientes y 26 exploraciones,
porque son pacientes con múltiples episodios de dolor aórtico.
El 88% de los angioTC corresponden a pacientes varones,
con media de edad de 77 años y rango entre 49 y 80 años.
Las tres pacientes de sexo femenino tenían media de 77 años y rango de edades entre 68 y 86 años.
En el seguimiento,
sólo ha fallecido un paciente con úlcera aórtica,
que evoluciona en 20 días a seudoaneurisma con rotura y exitus (Fig. 31).
Fig. 31: Varón de 49 años con dolor epigástrico y shock hipovolémico. El angioTC aórtico con contraste y reconstrucciones axiales, coronales y sagitales, muestra úlcera aórtica, con pseudoaneurisma y signos de rotura. El paciente falleció.
References: Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid.
Por último,
reconocer el valor de la angioTC en los pacientes que no presentaron SAA según nuestros criterios.
En éstos,
el hallazgo más frecuente fue el aneurisma de aorta (Fig. 32) y los pacientes fueron referidos a consultas externas de Cirugía Vascular para seguimiento.
Fig. 32: Reconstrucciones volumétricas de aneurisma de aorta infrarrenal.
References: Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid.
Un paciente presentó un síndrome TVP-like,
con clínica de trombosis venosa profunda y sistema venoso femoropoplíteo permeable debido a un aneurisma de 9 cm,
no conocido previamente.
Otros diagnósticos hallados en el angioTC fueron: trombo en seno coronario (Fig. 33),
isquemia intestinal,
coledocolitiasis,
infección protésica (Fig. 34),
pseudoaneurisma micótico (Fig. 35 y Fig. 36),
trombo en aurícula izquierda (Fig. 37),
trombo cardíaco con infartos múltiples (Fig. 38),
adenopatías linfomatosas,
tromboembolismo pulmonar,
colecistitis aguda,
litiasis en uréter izquierdo,
fístulas aortoentéricas y neoplasia pulmonar,
entre otros.
Fig. 33: Mujer de 63 años con dolor tórácico y sospecha de SAA. Las reconstrucciones axial y coronal de angioTC aórtico muestra un defecto de replección en raíz aórtica, en relación con trombo en seno no coronariano. La paciente precisó cirugía extracorpórea para su extracción.
References: Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid.
Fig. 34: Varón de 56 años con antecedentes de bypass aortobifemoral trombosado, y nueva cirugía para bypass axilofemoral derecho y bifemoral. Acude por dolor en flanco y vacío izquierdo, con hipotensión.
El angioTC aórtico descartó rotura aórtica y mostró infección del componente ilíaco izquierdo trombosado.
References: Servicio de Radiología. Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid.
Fig. 35: Paciente con sepsis por Staphilococcus aureus meticilín resistente, que presenta disnea, dolor torácico e hipotensión arterial.
El angioTC torácico muestra pseudoaneurisma micótico roto y el paciente falleció.
References: Servicio de Radiología. Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid.
Fig. 37: Mujer de 80 años con dolor abdominal, hipotensión y sospecha de SAA.
El AngioTC aórtico con contraste intravenoso no presenta signos de disección, rotura o úlceras aórticas. Se apreció un gran trombo en aurícula izquierda (estrella), infartos esplénicos y trombo en arteria mesentérica superior (no mostrados).
References: Servicio de Radiología. Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid.
Fig. 38: Mujer de 79 años con síndrome aórtico agudo y síndrome coronario agudo. Se solicita angioTC aórtico que no muestra rotura, disección ni úlcera. Se aprecia trombo en AI, infartos en riñón izquierdo y trombo en AMS (flechas)
References: Servicio de Radiología. Hospital Universitario La Princesa. Universidad Autónoma de Madrid.