This poster was originally presented at the SERAM 2012 meeting, May 24-28, in Granada/ES. Este póster ha sido presentado originalmente en el congreso de la SERAM 2012, 24-28 de mayo, en Granada/ES.
www.seram.es
Type:
Presentación Electrónica Educativa
Keywords:
Inflammation, Aneurysms, CT, MR, Thorax, Cardiovascular system, Arteries / Aorta
Authors:
E. Belmonte Castán1, M. Andreu1, E. Castañer González1, X. Gallardó Cistar2, J. R. Fortuño1, J. Mata1; 1Sabadell/ES, 2Barcelona/ES
DOI:
10.1594/seram2012/S-0680
Conclusiones
En el diagnóstico de la enfermedad aórtica infecciosa o inflamatoria,
es esencial que el radiólogo reconozca los hallazgos por imagen que la hacen sospechar: engrosamiento de la pared,
captación mural de contraste,
masa de partes blandas periaórtica,
gas intramural,
aneurismas/pseudoaneurismas,
calcificaciones y trombos murales.
Muchas veces estos hallazgos son insospechados por los clínicos por lo que será el radiológo el que pondrá sobreaviso de la patología existente y de las posibles complicaciones,
determinando así el tratamiento adecuado y la necesidad de realizar procedimientos intervencionistas.
Establecer un diagnóstico diferencial obligará a manejar otros datos como la edad y sexo del paciente,
los antecedentes patológicos (enfermedades reumáticas,
cirugías previas...) y la clínica del enfermo.
El radiólogo también debe conocer las ventajas e inconvenientes de cada una de las pruebas de imagen que aportan información relevante para el tratamiento y seguimiento de las aortitis.
La TC suele ser la prueba inicial diagnóstica,
pero tanto la RM como la PET-TC tienen un papel emergente en el diagnóstico en las fases iniciales de la enfermedad,
demostrando sutiles cambios inflamatorios en la pared aórtica.
Los controles posteriores para la monitorización de la actividad inflamatoria de la pared aórtica suelen realizarse con PET-TC / RM.