This poster was originally presented at the SERAM 2012 meeting, May 24-28, in Granada/ES. Este póster ha sido presentado originalmente en el congreso de la SERAM 2012, 24-28 de mayo, en Granada/ES.
www.seram.es
Keywords:
Neuroradiology brain, Molecular imaging, Oncology, MR, MR-Spectroscopy, Statistics, Genetic defects, Neoplasia
Authors:
I. Herrera Herrera, R. Gonzalez Gutiérrez, J. M. Garcia Benassi, R. Juarez Tosina, Y. Ruano, J. M. Pinto Varela; Toledo/ES
DOI:
10.1594/seram2012/S-0944
Objetivos
OBJETIVOS:
Determinar qué parámetros radiológicos y biológicos están relacionados con el origen primario o secundario de los glioblastomas (GBM).
INTRODUCCIÓN:
Los glioblastomas,
grado IV de la Organización Mundial de la Salud (World Health Organization classification system,
WHO) son los tumores cerebrales más frecuentes y malignos,
constituyendo el 69% de los tumores astrocitarios y oligodendrogliales.
Se puede desarrollar rápidamente,
tras una evolución clínica corta y sin
evidencia de una lesión precursora,
glioblastoma primario (de novo),
o lentamente a través de la progresión de un astrocitoma difuso de bajo grado (grado II WHO) o de un astrocitoma anaplásico (grado III WHO),
glioblastoma secundario. Estos subtipos de glioblastoma constituyen distintas enfermedades que afectan a pacientes de distintas edades y se desarrollar a través de diferentes vías genéticas,
mostrando diferentes perfiles de expresión génica y pueden diferir en su respuesta a la radioterapia y a la quimioterapia.
Por lo general son indistinguibles histológicamente,
por lo que se consideran GBM primarios si el diagnóstico de GBM se realiza en la primera biopsia, sin evidencia clínica o histológica de una neoplasia preexistente de menor malignidad.
El diagnóstico de GBM secundario requiere evidencia histológica de un tumor de bajo grado anterior o astrocitoma anaplásico. Un 5% de los GBM se clasifican como glioblastoma secundario,
sin embargo, no se puede excluir la posibilidad de que algunos secundarios hayan presentado una progresión muy rápida desde lesiones precursoras,
que se escape del diagnóstico clínico y se clasifiquen erróneamente como GBM primarios.
La mutación de IDH1 se ha identificado recientemente en glioblastomas ( Fig. 1 y Fig. 2). En estudios previos los astrocitomas de bajo grado,
oligoastrocitomas,
oligodendrogliomas y glioblastomas secundarios frecuentemen te (> 70% de los casos) presentan IDH1 mutado,
mientras que las mutaciones en IDH1 se han observado raramente en los glioblastomas primarios y otros tumores del sistema nervioso.
En estudios recientes se confirmó en pacientes tratados con cirugía y radioterapia que las mutaciones de IDH1 fueron el factor predictivo más importante para la supervivencia más larga.
La distinción de los glioblastomas primarios versus secundarios es un factor crucial en los ensayos clínicos, ya que es posible que debido a sus perfiles genéticos diferentes,
estos subtipos de glioblastomas también puedan diferir significativamente en su respuesta terapeútica.