Introducción.
En nuestro centro diagnóstico,
durante las guardias proporcionamos los servicios de radiologia a nuestro hospital universitario (hospital de 500 camas,
con una área de referencia de 420.000 habitantes) y también informamos mediante teleradiología los TC de urgencia para 9 hospitales cuyas áreas de referencia suman más de 800.000 habitantes.
Así,
en total cubrimos más de 1700 camas.
Nuestro departamento se organiza por áreas de órganos y sistemas.
Los residentes se forman en cada área de subespecialización durante rotaciones en las diferentes secciones.
Nuestro sistema para cubrir las guardias cuenta con un radiólogo adjunto y dos residentes,
un senior (tercer o cuarto año) y un junior (primer o segundo año). En los fines de semana y festivos,
las guardias se dividen en dos franjas horarias.
En la primera (9.00h a 21.00h),
los radiólogos adjuntos están físicamente presentes.
En la segunda (21.00h a 9.00h),
los radiólogos adjuntos están disponibles para consulta mediante teleradiología.
En ciertos días,
los residentes trabajan de manera independiente en guardias de 24 horas mientras los radiólogos adjuntos están disponibles sólo mediante la teleradiología.
En los días en que los residentes trabajan de manera independiente en guardias de 24 horas,
el residente senior revisa todos los informes antes de enviarlos.
En un estudio previo que presentamos en la ECR del 2010,
nuestro grupo analizó la correlación entre la interpretación de los TC urgentes de abdomen de los residentes de radiología con la revisión de la misma por radiólogos de la sección de abdomen. Los resultados de dicho estudio demostraron que la tasa de discrepancia en nuestro centro (3,8%) fue similar a los descritos en otros centros.
A primera hora del primer día laborable después de la guardia,
los radiólogos adjuntos de cada sección revisan las exploraciones de TC y los informes elaborados durante la guardia,
junto con el residente que sale de guardia. Cuando hay que corregir algún detalle,
se elabora un informe adicional.
Si la corrección implica un cambio de manejo del paciente,
se envía el informe revisado (informe adicional) al clínico responsable del paciente.
Material y métodos.
Se trata de un estudio observacional (descriptivo) y transversal.
Revisamos los informes de los TC abdominales urgentes hechos por los residentes durante las guardias de fines de semana y festivos cuando trabajan de manera independiente en guardias de 24 horas durante el periodo entre 1/1/2008 y 31/12/2010,
junto con las correcciones hechas por los radiólogos adjuntos en su posterior revisión.
Excluimos todos los informes en que el radiólogo adjunto hubiera podido participar.
Se cumplieron los criterios de inclusión,
un total de 73 guardias de 24 horas en que se informaron 3.294 exploraciones,
558 de las cuales (17%) correspondieron a TAC abdominales.
(Fig.
1)
Errores.
Cada informe adicional elaborado por un radiólogo adjunto se consideró un error.
Analizamos los errores desde dos puntos de vista:
A.
Severidad.
Clasificamos los errores en tres grupos (en función de sus consecuencias potenciales y no de sus consecuencias reales).
- Ningún error o error sin importancia: ausencia de error o hallazgos que tenían ningún o muy poco impacto en el manejo del paciente.
- Importante pero no urgente: hallazgos importantes que no implicaban cambios en el manejo inmediato del paciente.
- Importante y urgente: hallazgos que potencialmente indican la necesidad de cambios en el manejo inmediato del paciente.
B.
Tipo. (Fig.
2)
- Errores de percepción: en que un hallazgo pasó desapercibido (p.e.,
no ver una hemorragia activa) o se informó un hallazgo no presente (p.e.,
identificar una fractura cuando no había ninguna presente).
- Errores de interpretación: en que un hallazgo patológico se identificó correctamente pero su interpretación resultó en una conclusión errónea (p.e.,
identificar una lesión hipodensa en el hígado y concluir que ésta fue un quiste cuando la semiología radiológica sugiere una metástasis).
- Errores de transcripción: en que la percepción e interpretación fueron correctas pero la información no se trasladó correctamente en el informe (p.e.,
decir en el informe que una lesión se localiza en el pulmón izquierdo cuando de hecho se localiza en el derecho).
Los tipos de errores también se clasificaron dentro de cada grupo,
por ejemplo,
en falsos positivos o falsos negativos.
Carga de trabajo.
Para evaluar las cargas de trabajo,
se asignó un valor de carga (reflectando el tiempo requerido por su interpretación) a cada exploración realizada durante la guardia,
según el sistema establecido por la SERAM.
Se calculó la carga de trabajo previo al momento del informe añadiendo el tiempo acumulado en informar cada exploración durante la guardia en orden cronológico.
(Fig.
3)