This poster was originally presented at the SERAM 2012 meeting, May 24-28, in Granada/ES. Este póster ha sido presentado originalmente en el congreso de la SERAM 2012, 24-28 de mayo, en Granada/ES.
www.seram.es
Type:
Presentación Electrónica Científica
Keywords:
Embolism / Thrombosis, CT-Angiography, Fluoroscopy, Neuroradiology brain, Interventional vascular
Authors:
B. García-Villalba Navaridas, M. Espinosa de Rueda Ruiz, J. Zamarro Parra, G. Parrilla Reverter, P. Hernández Fernández, A. Moreno Diéguez; Murcia/ES
DOI:
10.1594/seram2012/S-1365
Material y método
Estudio descriptivo y retrospectivo de una serie de 50 pacientes con ictus agudo a los que se realizó angio-TC como estudio vascular de imagen previo a trombectomía mecánica entre Septiembre de 2010 y Septiembre de 2011.
La distribución por sexos fue de 24 hombres y 26 mujeres.
La localización de los ictus fue: 15 en territorio carotídeo (9 derechos y 6 izquierdos),
incluyendo afectación de ACI extracraneales,
sifones y lesiones en tándem; 28 en territorio de la ACM (16 derechos y 12 izquierdos); y 7 en territorio vértebro-basilar (5 con afectación de arteria basilar,
un caso de oclusión vertebral y otro de arteria cerebral posterior aisladas).
A todos los pacientes se les realizó en un primer momento un TC de arterias supra-aórticas y polígono de Willis (ATC),
estudio incluido dentro del protocolo de imagen que realizamos en nuestro centro en los pacientes con sospecha clínica de ictus isquémico (TC simple,
TC perfusión y ATC de troncos supraaórticos y polígono de Willis).
En todos los pacientes incluidos en la serie se indicó trombolisis intraarterial mecánica como tratamiento de inicio o de rescate tras trombolisis intravenosa con rTPA inefectiva,
por lo que se les realizó angiografia diagnóstica (ASD) previa al tratamiento.
Se utilizó un TC multidetector de 64 cortes (GE Lightspeed VCT,
Milwaukee,
WI,
USA).
Nuestro protocolo habitual incluye una adquisición helicoidal desde cayado aórtico hasta vértex tras administración de 50 ml de contraste no iónico intravenoso y 30 ml de suero con uso de bomba inyectora a 4-5 ml/seg.
Se adquieren imágenes volumétricas casi isotrópicas de alta resolución que permiten reconstrucciones multiplanares y tridimensionales de alto valor diagnóstico.
En el postprocesado fueron especialmente útiles en la mayor parte de los casos dos tipos de reconstrucciones: las reconstrucciones multiplanares (MPR) que utilizan todos los valores de atenuación de cada vóxel,
y las reconstrucciones MIP (Maximum Intensity Proyection) que utilizan los valores máximos.
No encontramos especial utilidad en las reconstrucciones VR (Volume rendering),
cuya obtención además retrasa el tiempo de postprocesado y con ello la posterior información al neurólogo y la decisión terapéutica.
En todos los pacientes se valoraron dos parámetros fundamentales: presencia de oclusiones/estenosis arteriales intra o extracraneales y la existencia de flujo sanguíneo colateral.
Estos datos son fundamentales,
pues la presencia de una oclusión en el ATC en el debut del ictus se ha visto que se correlaciona estrechamente con la evolución clínica del mismo y la presencia o no de colaterales leptomeníngeas constituye un buen predictor del pronóstico del ictus.
Además de estos datos,
el ATC aportó información anatómica valiosa para el neurorradiólogo intervencionista y también ayudó en la caracterización de la enfermedad arterioesclerosa.
La ASD se realizó en un arco angiográfico Allura Xper FD20 (Philips Healthcare) con dosis estándar de contraste intravenoso.
En todos ellos se realizó al menos una adquisición en proyección AP y otra lateral en el territorio del vaso ocluido.
Luego,
en cada caso en particular se analizaron otros territorios vasculares o no en función de los hallazgos angiográficos y de la situación clínica del paciente,
siempre intentando no prolongar en exceso el diagnóstico con el fin de acortar el tiempo de la revascularización.
Los hallazgos obtenidos en el ATC fueron analizados en un primer momento por dos radiólogos generales del equipo de guardia (MIR y especialista) y posteriormente fueron revisados por un neurorradiólogo intervencionista.
En una revisión posterior se compararon los hallazgos de ambas técnicas.