This poster was originally presented at the SERAM 2012 meeting, May 24-28, in Granada/ES. Este póster ha sido presentado originalmente en el congreso de la SERAM 2012, 24-28 de mayo, en Granada/ES.
www.seram.es
Type:
Presentación Electrónica Científica
Keywords:
Ischaemia / Infarction, Embolism / Thrombosis, Acute, Thrombolysis, Diagnostic procedure, CT-Quantitative, CT, Vascular, Neuroradiology brain
Authors:
V. Ruiz Perona, M. D. Garcia Roa, X. Manso Caño, P. P. Alcázar Romero, J. Martínez Bosch; Granada/ES
DOI:
10.1594/seram2012/S-1454
Conclusiones
Según estos resultados,
de forma similar a lo que muestra la literatura,
existe una alta correlación entre las áreas consideradas en el estudio de perfusión como "de penumbra isquémica" (determinadas como áreas de alteración del TTM y conservación del VSC) y la presencia de tejido no infartado tras fibrinolisis,
y entre las áreas de alteración del VSC (consideradas como tejido hipoperfundido no viable) con áreas de infarto final.
- El hecho de existir una muy alta correlación entre las áreas de VSC alterado e infarto final tanto en casos de éxito como fracaso de la fibrinolisis sugiere que este parámetro predice la existencia de tejido cerebral insalvable
- Por otra parte,
la gran diferencia (8% vs 77%) de casos de infarto final en áreas donde unicamente existe alteración del TTM entre los casos de fibrinolisis exitosa y fibrinolisis no efectiva,
sugiere que este parámetro indica áreas de potencial tejido cerebral salvable con riesgo de evolucionar a infarto final en caso de no instaurarse tratamiento.
La TC-perfusión es una prueba disponible y accesible que ayuda a tomar la decisión de administrar terapia fibrinolítica a pacientes con un evento isquémico agudo ya que puede determinar la existencia de penumbra isquémica en el tejido hipoperfundido; es decir,
la existencia de tejido cerebral potencialmente salvable en caso de restituir adecuadamente el flujo sanguineo y que tiene riesgo de evolucionar a infarto.
Por el contrario,
permite descartar la presencia de penumbra isquémica y la existencia de zonas de infarto irreversible,
permitiendo ahorrar un tratamiento con posibles complicaciones como es la terapia trombolítica.