Las técnicas de imagen (ecografía,
TC y RM) son en la actualidad,
los pilares fundamentales tanto en la detección y caracterización de las lesiones focales hepáticas,
como en su seguimiento.
El estudio morfológico y el análisis dinámico de los patrones de realce con contraste,
tiene una gran sensibilidad en la detección de lesiones hepáticas,
permitiendo,
así mismo,
caracterizar las mismas en un elevado porcentaje de casos.
La capacidad de detección de las lesiones focales se basa en las diferencias de densidad o de atenuación entre la lesión focal y el resto del parénquima hepático.
En la mayor parte de casos,
estas diferencias suelen ser sutiles,
por lo que es necesario administrar contraste para aumentarlas.
Los métodos con contraste (ECO,
TC o RM) actuales,
nos permiten estudiar el hígado sucesivamente en fase arterial,
fase portal y fases tardías,
permitiendo establecer un patrón de captación dinámico para caracterizar las lesiones.
Durante la fase inicial de la administración de contraste (aproximadamente a los 20 segundos del inicio de la inyección) obtenemos un aporte sanguíneo con contraste a través de la arteria hepática al mismo tiempo que llega sangre sin contraste por via portal,
de esta manera el hígado permanece relativamente hipocaptante mientras que las lesiones hipervasculares como el hepatocarcinoma o las metástasis,
muestran intenso realce.
En fase portal (60 segundos después del inicio de la inyección),
el hígado presenta una importante perfusión de sangre contrastada obteniéndose la máxima captación parenquimatosa de contraste,
con mayor definición de lesiones hipovasculares.
Al añadir fases tardías (3-5 minutos) mejoramos la caracterización de lesiones de captación tardía,
o lesiones de gran tamaño con comportamiento atípico.
Desde el punto de vista organizativo podemos distinguir dos grandes bloques Fig. 3 : las propias lesiones focales y la afectación hepática difusa (que en ocasiones se asocia o se presenta como lesión focal) y dividir tres escenarios clínicos Fig. 4 principales: hallazgo casual en paciente asintomático,
pacientes con hepatopatía crónica y pacientes con historia oncológica.
En ocasiones será imprescindible la realización de un estudio histológico para la caracterización de las lesiones.
En estos casos la imagen también juega un papel fundamental,
ya que las biopsias suelen hacerse dirigidas por TC o ecografía.