En los últimos años se ha producido una importante revolución en el tratamiento del ictus y muchos cambios han sido causados por la introducción de nuevas técnicas de diagnóstico,
la prologacion de la ventana terapéutica para la revascularización,
así como la opción de la trombectomía mecánica.
Sabemos que "el tiempo es cerebro" y que la rápida recanalización augura un mejor resultado funcional y disminuye la tasa de discapacidad severa entre los pacientes.
En general,
esto parece claro en las 3 primeras horas de inicio del ictus, sin embargo,
en la ventana ampliada no es tan obvio.
Las imágenes de perfusión cerebral proporcionan información sobre la hemodinámica cerebral regional en forma de parámetros tales como el flujo de sangre cerebral (CBF),
el volumen sanguíneo cerebral (CBV) ,
y el tiempo de tránsito medio (MTT) o tiempo al pico (TP).
El TC de perfusión (TCP) ha sido ampliamente incorporado en los protocolos de TC multimodal (TC Craneal basal,
TC-Perfusión y AngioTC cerebral) para el estudio del ictus agudo y nos permite la delimitación de la penumbra isquémica, tejido isquémico salvable.
El tratamiento de reperfusión en el ictus isquémico se fundamenta pues en el concepto de penumbra isquémica como tejido potencialmente recuperable y esto obliga a una selección de pacientes para estos tratamientos.
El área de penumbra se ha equiparado al “mismatch” en técnicas de neuroimagen multimodal (RM-difusión/perfusión y TC-perfusión)
Sin embargo,
esta hipótesis está cuestionada y un estudio reciente concluye que la existencia de penumbra en neuroimagen no identifica pacientes que se benefician de terapia endovascular.
Nuestro objetivo en este trabajo es determinar si el TCP mide el tejido recuperable en ictus isquémico agudo,
comparando el volumen del core detectado en él,
con el volumen de infarto en TC-Craneal de control a las 24 horas.
De forma secundaria,
deseamos evaluar si la recuperación del tejido con perfusión alterada mejora los resultados clínicos de los pacientes,
a pesar de que en el resultado funcional,
hay muchos factores implicados en el pronóstico clínico como el lugar de la oclusión,
la edad,
el sexo,
la NIHSS al ingreso, la circulación colateral...factores que deseamos tambien evaluar.