Type:
Presentación Electrónica Educativa
Keywords:
Neoplasia, Diagnostic procedure, Complications, CT, Urinary Tract / Bladder, Oncology, Abdomen
Authors:
D. Rodriguez1, R. Mast Vilaseca2, E. De Lama Salvador2, J. Hernández Gañán3, F. Vigues Julia1, E. Franco Miranda1; 1L´Hospitalet de Llobregat/ES, 2Barcelona/ES, 3L'Hospitalet De Llobregat/ES
DOI:
10.1594/seram2014/S-0241
Revisión del tema
La cistectomía radical es un procedimiento quirúrgico que no solamente está indicado en el tratamiento de lesiones neoplásicas,
sino que es útil además en el manejo de otras patologías como disfunción vesical neurogénica,
hiperactividad del detrusor,
cistitis intersticial,
entre otras.
Este procedimiento cada vez se realiza con mayor frecuencia,
por lo que no es infrecuente la aparición de complicaciones.
Dada la variedad de técnicas quirúrgicas que se utilizan en la realización de este tipo de cirugías,
es importante conocer los cambios anatómicos resultantes,
los cuales son de difícil valoración.
Las técnicas quirúrgicas se pueden dividir en continentes y no continentes; en las primeras se realizan reservorios a partir de segmentos de intestino (íleon),
el cual se prefiere antes que el colon,
ya que presenta menor riesgo de acidosis metabólica,
permite una mayor cantidad de volúmenes urinarios y resecciones más cortas.
Dentro de las técnicas continentes,
la más característica es la de Studer.
Las incontinentes son de uso más habitual en nuestro medio; dentro de ellas tenemos la nefrostomía,
ureterostomía,
ureterostomía ileal tipo Bricker (Fig.
1),
cistostomía,
entre otras.
Las complicaciones derivadas de este tipo de procedimientos se pueden dividir de acuerdo al tiempo de aparición en:
Tempranas (menos de 30 días después de la cirugía):
- Alteraciones del tránsito intestinal: Comprenden el íleo adinámico y la obstrucción intestinal.
El primero usualmente es secundario a la manipulación de asas durante la cirugía; se presenta como una dilatación uniforme de asas intestinales con niveles hidroaéreos en su interior,
sin que se logre identificar causa obstructiva (Fig.
2). La obstrucción muestra dilatación de asas proximal al sitio de obstrucción,
usualmente secundario a adherencias (Fig.
3).
- Fuga urinaria: Complicación poco frecuente.
Para su diagnóstico es importante la fase excretora,
que nos servirá para visualizar la extravasación del medio de contraste,
habitualmente a nivel de la anastomosis ureteral con el reservorio (Fig.
4).
- Colecciones fluídas: Dentro de ellas tenemos el urinoma,
el linfocele,
abscesos o hematomas.
En el diagnóstico del urinoma adquiere importancia la realización de la fase excretora (Fig.
5),
aunque el análisis del líquido coleccionado confirme el diagnóstico.
Los hematomas son colecciones densas,
heterogéneas,
que con el tiempo disminuyen su coeficiente de atenuación (Fig.
6).
La aparición de linfoceles guarda relación con la realización de cistectomía más linfadenectomía,
guardando una apariencia homogénea y situada adyacente a los clips quirúrgicos (Fig.
7).
Todas las colecciones descritas son susceptibles de abscesificarse (Fig.
8).
- Fístulas: Pueden ser entero-urinarias,
entero-genitales o entero-cutáneas,
localizándose hacia la anastomosis intestinal.
- Obstrucción urinaria: Si se presenta de forma temprana,
puede deberse a falla en la técnica quirúrgica o edema en la anastomosis (Fig.
9).
Tardías (más de 1 mes después de la cirugía):
- Infección urinaria: Es debida a la irrupción de los mecanismos de defensa habituales por la cirugía,
dando una predisposición a presentarlas (Fig.
10).
La presencia de infecciones recurrentes,
litiasis y/o reflujo pueden deteriorar de forma importante la función renal (Fig.
11).
- Litiasis: La incidencia de litiasis en este grupo de pacientes es similar a la de la población general.
La mayoría de estas litiasis son de estruvita y pueden localizarse en cualquier zona del tracto urinario.
Para su diagnóstico es importante realizar una fase sin contraste (Fig.
12).
- Herniación paraestomal: De frecuente aparición,
usualmente visualizado en derivaciones tipo Bricker (Fig.
13).
Otra complicación no directamente relacionada,
aunque igualmente frecuente son las hernias incisionales (Fig.
14).
- Estenosis ureteral: Debida principalmente a isquemia ureteral distal,
fallas en la técnica y recurrencia tumoral.
En la TCMD se identifica por presentar hidronefrosis y retraso en la eliminación de contraste (Fig.
15).
- Recurrencia tumoral: Puede tener varias apariencias en la TCMD,
destacando la presencia de masa focal intraluminal,
engrosamiento mural ureteral,
masa de partes blandas infiltrante,
hidronefrosis o adenopatías (Fig.
16,
17,
18).