Las variantes óseas en el proceso de maduración del hueso infantil son muy frecuentes,
debido a la presencia de centros de osificación,
irregularidad en la mineralización,
disposición de medula ósea hematopoyética…etc
Por otro lado,
se realizan un elevado número de radiografías simples de los diferentes segmentos de la extremidad inferior,
y cada vez más resonancias,
donde encontramos estas variantes.
Es importante reconocerlas para evitar cometer errores diagnósticos y realizar pruebas complementarias innecesarias.
Describimos las variantes más frecuentes tanto en Rx simple como en RMN,
prestando atención a su diágnostico diferencial con entidades patológicas como fracturas,
avulsiones,
tumores…
ESCLEROSIS ÓSEA GENERALIZADA FISIOLÓGICA DEL RECIÉN NACIDO Fig. 1
El hueso del recién nacido es más denso con un menor espesor de la cortical.
PERIOSTITIS FISIOLÓGICA DEL RECIÉN NACIDO Fig. 2
Formación de hueso perióstico nuevo y simétrico en los huesos largos de los neonatos.
Se resuelve a los 3-6 meses de edad.
Se cree que es debida a manipulación del recién nacido.
No veremos nunca fracturas asociadas.
Hay que establecer el diagnóstico diferencial con otras causas de reacción perióstica (maltrato,
tratamiento con prostaglandinas…).
BANDAS METAFISARIAS Fig. 3
Líneas esclerosas o radiolúcidas en las metáfisis óseas en relación con paradas del crecimiento.
Pueden ser un hallazgo normal o ser secundarias a enfermedades severas como linfomas,
leucemias,
infecciones…
METÁFISIS ÓSEAS DE HUESOS LARGOS Fig. 5 Fig. 4
Variantes en el aspecto de las metáfisis de huesos con morfología en espuela,
en pico.
No confundir con fracturas metafisarias relacionadas con el maltrato,
como la fractura de la esquina.
Fig. 6
IRREGULARIDAD DEL CRECIMIENTO ÓSEO Fig. 7 Fig. 8
El proceso de mineralización y osificación durante el crecimiento óseo puede ser muy irregular,
principalmente en las epífisis,
apófisis y en las zonas de unión adyacentes a las placas de crecimiento.
Hay que diferenciarlo de fractura-avulsión.
Fig. 9
OSTEOCONDROSIS ISQUIOPUBIANA Fig. 10
La osificación del cartílago situado entre el isquion y el pubis es muy variable y puede adoptar una morfología expansiva,
globulosa e irregular durante el periodo prepuberal.
No confundir con lesiones óseas que puedan afectar a la pelvis.
Fig. 11 Fig. 12
OS ACETABULI Fig. 13
Es un centro de osificación en el margen anterior y superior del anillo acetabular que aparece durante la pubertad.
En algunos casos persiste en el adulto como un osículo separado.
No confundirlo con fractura ni con foco de calcificación en tejidos blandos.
DISPLASIA DE MEYER Fig. 14 Fig. 15
Consiste en un retardo asimétrico en la osificación de la cabeza del fémur.
Durante el crecimiento del niño,
las radiografías siguientes seriadas demostrarán un núcleo osificado normal y sin secuelas o con mínimos cambios.
Hay que establecer el diagnóstico diferencial con Perthes,
artritis sépticas o displasias epifisarias múltiples.
IRREGULARIDAD EN FISIS Fig. 16 Fig. 17 Fig. 18
La morfología ondulante que pueden adoptar las placas de crecimiento durante el desarrollo puede llegar a confundirnos proyeccionalmente con fracturas de Salter-Harris.
IRREGULARIDAD CORTICAL DISTAL DEL FÉMUR Fig. 19 Fig. 20 Fig. 21 Fig. 22
Es una proliferación fibrosa perióstica que afecta a la cortical posterior de la metáfisis medial del fémur distal.
También se denomina defecto metafisario femoral distal,
desmoide cortical,
avulsión cortical irregular o defecto supracondíleo medial del fémur.
Aparece a los 12-20 años,
sobre todo en varones y desaparece espontáneamente en la segunda década.
DEFECTO FIBROSO CORTICAL Fig. 23
Aunque no es una variante de la normalidad,
es un hallazgo frecuente,
benigno y que no requiere tratamiento.
Son lesiones radiolúcidas con una progresiva esclerosis que se suelen descubrir incidentalmente en las metáfisis de huesos largos.
No confundir con osteomielitis u otras lesiones óseas que se asemejen.
Fig. 24 Fig. 25
DEFECTO DORSAL DE LA PATELA Fig. 26 Fig. 27 Fig. 28
Consiste en una radiolucencia focal en el aspecto superolateral de la patela.
En la radiografía se ve una imagen redondeada con un borde escleroso.
Su etiología es incierta pero no debe confundirse con la osteocondritis disecante patelar.
TUBEROSIDAD TIBIAL ANTERIOR Fig. 29
Es una extensión anterior de la epífisis cartilaginosa de la tibia.
Se suele osificar de forma asimétrica a partir de varios centros y los osículos pueden simular fragmentos producidos por avulsión.
Por otro lado,
la proyección anteroposterior de la tuberosidad tibial anterior no fusionada puede dar una falsa imagen de línea de fractura.
Fig. 30 Fig. 31
Antes de formarse la tuberosidad tibial anterior podemos encontrarnos con una depresión en la metáfisis proximal de la tibia,
que desaparece al osificarse.
Fig. 32 Fig. 33
NÚCLEOS DE OSIFICACIÓN EN RÓTULA Fig. 34
La rótula puede osificarse a partir de varios núcleos,
que no debemos confundir con fractura-avulsión.
Existen variantes en la morfología final que adopta la patela tales como la rótula bipartita.
Fig. 35
PSEUDOLESIÓN LÍTICA INTERCONDILAR ANTERIOR DEL FÉMUR Fig. 36 Fig. 37
Imagen radiolúcida que aparece en proyección lateral en región intercondilar del fémur que se comprueba en proyección AP que no es una verdadera lesión.
NÚCLEO DE OSIFICACIÓN EN BASE DEL 5º METATARSIANO Fig. 38
Es un núcleo de osificación característico de la base del 5º metatarsiano,
que no debemos confundir con una fractura de Jones,
ya que el núcleo posee un trayecto longitudinal al eje del metatarsiano.
Fig. 39
OSÍCULOS ACCESORIOS Y HUESOS SESAMOIDEOS Fig. 40 Fig. 41 Fig. 42
Son muy frecuentes en áreas anatómicas como el pie y no debemos confundirlos con fracturas.
Son variantes anatómicas aunque a veces,
pueden ser sintomáticos.
EPÍFISIS EN CONO Fig. 43
Es una disposición triangular que adoptan las epífisis.
Se ven hasta en el 5-10% de niños pero debemos saber que son mucho más frecuentes en algunas osteocondrodisplasias como el síndrome de Ellis- Van –Creveld.
PSEUDOQUISTE DEL CALCÁNEO Fig. 44
Corresponde a una radiolucencia en el interior del hueso del calcáneo,
secundario al patrón que adopta la trabécula ósea en esa localización.
Tener en cuenta que en ocasiones puede existir una verdadera lesión ósea en esa localización.
Fig. 45