Type:
Presentación Electrónica Científica
Keywords:
Breast, Mammography, MR, Ultrasound, Outcomes analysis, Screening, Neoplasia
Authors:
M. Guirado Blázquez, J. I. Acitores Suz, L. Cadenas Rodriguez, J. M. Hernandez Atance, A. Alvarez Luque, J. Romero Coronado; Madrid/ES
DOI:
10.1594/seram2014/S-0674
Conclusiones
La mamografía es la única técnica de cribado que ha demostrado reducir la mortalidad del cáncer de mama.
Sin embargo,
tiene una sensibilidad aproximada al 75 - 85%,
que puede disminuir al 30- 50 % en mujeres con parénquima mamario denso.
La alta densidad de la mama en la principal causa de falso negativo en la mamografía.
La ecografía es una técnica de cribado atractiva porque es ampliamente accesible,no requiere administración de contraste ni empleo de radiaciones ionizantes,
y es tolerada fácilmente por la mujeres.
Consideramos que la mamografía y la ecografía deberían ser las técnicas empleadas para el cribado del cáncer de mama a partir de los 40 años,
fundamentalmente en el grupo de mujeres con parénquima mamario denso. Fig. 5
Para mujeres menores de 30 años o pacientes con nódulo palpable la técnica de elección es la ecografía.
Fig. 6
El papel de la RM de mama es una evaluación exhaustiva de cualquier lesión en la mama,
siempre acompañada de procedimientos diagnósticos convencionales previos (mamografía y/o ecografía).
La RM tiene una alta sensibilidad pero la especificidad es variable,
depende de la experiencia del radiólogo,
el momento adecuado de ciclo,
y la elección adecuada de las pacientes.
La indicación para la realización de la RM de mama es,
ante la detección de lesiones sospechosas con técnicas convencionales,
para delimitar nuevos focos Fig. 7 y establecer una planificación de tratamiento adecuada (quimioterapia neoadyuvante o tipo de cirugía).
Fig. 8
Consideramos que la RM está indicada en todas las pacientes con lesiones sospechosas,
previa a la realización de biopsia.
Es imprescindible tener disponibilidad para realizar biopsia guiada con RM o un centro de referencia para su realización. Fig. 9