RESULTADOS
En total revisamos las historias clínicas de 86 pacientes con diagnóstico de Divertículo de Meckel del listado obtenido mediante el sistema de codificación electrónico de nuestro centro hospitalario.
Excluimos en primer lugar a 16 pacientes por ausencia de diagnóstico anatomopatológico de divertículo de Meckel.
De los 70 pacientes restantes,
44 eran varones (62.9 %) y 26 eran mujeres (37.1 %).
La media de edad fue de 35.94 años con un rango de edad de 0 a 85 años.
Cuarenta y nueve pacientes eran adultos (70%),
de los cuales,
28 presentaron complicaciones (57.1%) y en 21 (42.9%) el divertículo fue un hallazgo incidental.
De los 21 pacientes adultos con hallazgo incidental de divertículo de Meckel en la cirugía,
18 tenían TC previo y en el informe no se citaba el diagnóstico.
La complicación más frecuente fue la infección con 23 casos (82.1%),
seguida de la obstrucción con 9 casos (32.1%),
la perforación con 8 (28.6%),
el absceso con 6 casos (21.4%) y la hemorragia con 3 casos (10.7%),
observando la coexistencia de varias complicaciones en un mismo paciente.
De los 28 pacientes adultos con divertículo de Meckel complicado únicamente 11 de ellos tenían realizada una TC.
Analizamos las imágenes de los 11 casos.
En 2 casos observamos una obstrucción con dilatación generalizada de asas de intestino delgado (>3 cmde diámetro) y cambio de calibre en fosa iliaca derecha (FID).
En 4 casos existían datos de infección (estriación de la grasa mesentérica y líquido libre) en FID y en 5 casos se demostraron ambas complicaciones.
Únicamente en 3 casos se objetivó la presencia de una colección con realce periférico.
Uno de los casos con colección presentó obstrucción asociada.
La figura 1 resume todos estos datos.
El diagnóstico de divertículo de Meckel complicado únicamente se sugirió en uno de los informes.
Revisando detenidamente las imágenes,
observamos cómo en los tres casos con colección,
podíamos demostrar continuidad de la colección con la pared del íleon distal,
por lo que más que una colección era el propio divertículo de Meckel (figura 4).
Asimismo,
se objetivaba hiperrealce,
engrosamiento de la pared del íleon adyacente a dicha estructura y enterolito en el interior del divertículo en uno de los casos (figura 3).
Entre los casos de obstrucción,
únicamente objetivamos el divertículo en el que se asociaba una colección (figura 5).
En los otros tres casos de obstrucción,
el divertículo de Meckel era indistinguible del resto de asas intestinales (figuras 6 y 7).
En el único caso en el que se reconoció el divertículo de Meckel en la TC preoperatoria ,
se podía delimitar una estructura diverticular grande con burbujas de gas en su interior,
en continuidad con la pared del íleon distal,
con un enterolito en su interior,
que tras la administración de contraste oral,
se rellenaba con contraste,
y presentaba signos de diverticulitis (figura 2).
DISCUSIÓN
El divertículo de Meckel supone la anomalía congénita más frecuente del tracto gastrointestinal.
Presente en el 1-2% de la población,
su incidencia es igual en varones y en mujeres,
a pesar de que son éstas últimas las que muestran un porcentaje mayor de complicaciones.
Embriológicamente,
supone un vestigio resultante de la incorrecta involución del conducto onfalomesentérico,
el cual conecta el intestino medio fetal con el saco embrionario.
Histológicamente,
es un divertículo verdadero,
compuesto por todas las capas,
que en un 15-30% de los casos presenta mucosa heterotópica,
principalmente gástrica aunque también pancreática,
colónica ó yeyunal.
Su tamaño aproximado es de 2–3 cm de longitud y 1–2 cm de diámetro y su localización reside en el borde antimesentérico del íleon terminal,
en los primeros 100 cmdesde la válvula ileocecal.
La mayoría de los divertículos de Meckel (95%) son asintomáticos y se descubren de forma incidental durante la realización de la autopsia,
de la laparotomía ó de los estudios baritados realizados por otras causas.
La presentación clínica habitual del divertículo complicado (5% de los casos) consiste en una diverticulitis (es la complicación más frecuente en edad pediátrica y edad adulta),
hemorragia digestiva baja (2ª complicación más frecuente en edad pediátrica),
obstrucción intestinal (2ª complicación más frecuente en adultos),
ó más raramente neoplasia.
Nuestros resultados se corresponden con los referidos en la literatura en edad adulta con la infección y sus complicaciones (absceso y perforación) como primeras en frecuencia,
seguida estrechamente por la obstrucción,
si bien ambas patologías,
en muchos de los casos se encontraban asociadas.
Las modalidades diagnósticas de imagen incluyen la ecografía,
la TC y la gammagrafía con Tc 99 entre otras pruebas de imagen,
si bien el diagnóstico definitivo es anatomopatológico.
El diagnóstico de Divertículo de Meckel,
especialmente en el adulto,
supone un reto diagnóstico para el radiólogo,
ya que suelen pasar frecuentemente desapercibidos y solo se diagnostican sus complicaciones inflamatorias u obstructivas sin diagnosticar la causa.
En nuestro estudio,
de los 11 casos con divertículo de Meckel complicado y a los que se les llevó a cabo una TC,
únicamente en 1 caso el diagnóstico de Divertículo de Meckel aparecía en la redacción del informe y correspondía a un divertículo de gran tamaño.
Ello supone una tasa de acierto global del 9%. Ello puede ser debido a que el divertículo de Meckel complicado,
sobre todo si es de pequeño tamaño,
pierde su aspecto habitual y no se reconoce como tal o a que se confunde con colección,
siendo este el motivo de la baja tasa de diagnóstico preoperatorio. En los casos no complicados,
se confunde con las asas intestinales adyacentes,
lo que hace su diagnóstico bastante complicado.
Los hallazgos de nuestro estudio obtenidos de la revisión de las imágenes TC sugieren que ante datos de obstrucción,
infección o ambos y visualización de una probable colección adyacente al íleon,
hay que sospechar la existencia de un divertículo de Meckel como una probable causa de las mismas.
Posteriormente,
la continuidad de dicha estructura con la pared del íleon terminal,
la presencia de burbujas de gas en su interior,
sobre todo si se asocia a enterolitos ó el relleno de la misma con contraste oral pueden confirmar nuestra sospecha.