ÍNDICE DE CONTENIDOS

Fig. 1: índice
I.
TÉCNICAS DE BLOQUEO CENTRAL
En la actualidad se imponen las técnicas de anestesia locorregional frente a la anestesia general para la cirugía abdominal y de MMII.
Existen varias técnicas y pueden emplearse con objetivos analgésicos o anestésicos:
- Técnicas de bloqueo central: puede realizarse en el espacio epidural o en el espacio subaracnoideo (raquianestesia).
También existe la anestesia raquídea y epidural combinadas.
- Técnicas de bloqueo de grandes troncos nerviosos y nervios periféricos
- Contraindicaciones: los bloqueos centrales presentan una serie de contraindicaciones,
absolutas y relativas.
Entre las relativas se encuentra el antecedente de cirugía espinal y entre las absolutas se encuentra la coagulopatía,
hipertensión intracraneal o infección en el lugar de punción.
- Complicaciones: las complicaciones más significativas de los bloqueos centrales son la cefalea postpunción dural,
el neumoencéfalo,
hematoma subdural,
el absceso epidural,
aracnoiditis,
bloqueo espinal total con paro respiratorio y las neuropatías.
Para un seguro y exitoso procedimiento de bloqueo anestésico es necesario el profundo conocimiento de la anatomía raquídea por varios motivos:
- localización del punto adecuado para realizar la punción,
- conocimiento de las características de las estructuras a atravesar; tanto para guiar correctamente la aguja o el catéter (angulación,
lateralización etc…) como para preveer las posibles dificultades que pueden ofrecer (posible patología,
variantes…),
- según la diana anestésica final,
es fundamental conocer el comportamiento del espacio en el que el anestésico difundirá y las posibles barreras que puedan existir a la diseminación de la solución anestésica (y así,
por ejemplo,
determinar la dosis óptima…).
- Factores que influyen en la difusión del anestésico.

Table 1: Factores que influyen en la difusión del anestésico
- Circunstancias clínicas más comunes que pueden dificultar la ejecución de una punción lumbar.

Table 2: Factores asociados a punción lumbar dificultosa
II.
TÉCNICAS RADIOLÓGICAS EN LA REGIÓN RAQUÍDEA
Disponemos fundamentalmente de 3 técnicaspara la valoración de la anatomía y patología de la región raquídea: rx simple,
TC y RM.

Fig. 2: Técnicas radiológicas en el estudio de la anatomía raquídea
Las tres permiten valorar los elementos óseos y las medidas del canal vertebral y también,
mediante la introducción de contraste (radioopaco o paramagnético),
la realización de mielografía para mejor valoración del saco tecal.

Fig. 3: Mielografía. A) Rx-mielografía. B) TC-mielografía. C) Mielografía por RM. Secuencia T1 con supresión grasa con gadolinio intratecal, proyección sagital.
- La rx simple permite además,
mediante fluoroscopia,
obtener imágenes en tiempo real para localizar de forma exacta el punto de punción deseado para la inyección de contraste,
anestésico…
- La TC ofrece la posibilidad de reconstrucciones volumétricas y tridimensionales y puede guiar procedimientos intervencionistas.
- La RM es la que presenta mejor resolución anatómica.
Permite valorar las partes blandas (ligamentos,
músculos…) así como el cordón medular y raíces.
III. ANATOMÍA RADIOLÓGICA DE LA COLUMNA VERTEBRAL
La columna vertebral está constituida por 33 vértebras divididas en 5 regiones,
con sus curvaturas normales: lordosis cervical y lumbar y la cifosis dorsal.
Los puntos más acentuados de estas curvaturas son C5,
T6 y L3 y la bisagra lumbosacra.
La unión cervicotorácica se identifica por la apófisis espinosa de la séptima vértebra cervical,
que es la estructura más prominente a nivel del cuello en línea media.
En la región cervical y lumbar las apófisis espinosas adoptan una disposición más horizontal con respecto a la región torácica que es más vertical.
Las apófisis espinosas dorsales son largas e inclinadas hacia abajo,
el espacio interespinoso es más pequeño.

Fig. 4: Fig 3. RM proyección sagital, secuencia T2. La apófisis espinosa de C7 es la más prominente en la línea media de la región cervical posterior y señala la unión cervicotorácica. Las líneas amarillas señalan la inclinación de las apófisis espinosas, más verticalizadas en la región dorsal. Las líneas verden señalan el espacio interespinoso, mayor en la región lumbar.
III.a Elementos óseos.
- Cuerpos vertebrales
- Pedículos vertebrales
- Apófisis articulares
- Apófisis transversas
- Láminas articulares
- Apófisis espinosas.

Fig. 5: RM proyección axial, secuencias T1 y T2. Anatomía de los elementos vertebrales.

Fig. 6: RM proyección sagital, secuencia T2. Anatomía de los elementos vertebrales.
III.b Complejo ligamentoso.
- Ligamento vertebral longitudinal anterior y posterior (LVCA y LVCP): conectan los bordes anterior y posterior de los cuerpos vertebrales respectivamente.
- Ligamento supraespinoso: une los bordes posteriores de las apófisis espinosas.
- Ligamento interespinoso: une la base de las apófisis espinosas.
- Ligamento amarillo: une los bordes superior e inferior de las láminas de vértebras adyacentes,
tapizando el espacio interlaminar.
Entre el derecho y el izquierdo,
en línea media,
existe un gap.

Fig. 7: RM proyección sagital, secuencias T1 y T2. Complejo ligamentoso de la columna vertebral.

Fig. 8: RM proyecciones axial y sagital, secuencia T2. Complejo ligamentoso de la columna vertebral.

Fig. 9: RM proyecciones axial y sagital, secuencias T1 y T2. Complejo ligamentoso de la columna vertebral. Ligamento amarillo.
III.c Canal espinal
Límites anatómicos del canal espinal:
- Pared anterior: LVLP
- Pared posterior: láminas vertebrales y los ligamentos amarillos
- Paredes laterales: pedículos vertebrales y agujeros de conjunción correspondientes.

Fig. 10: RM proyección axial, secuencia T2. Límites anatómicos del canal espinal.
Contenido del canal espinal:
- Saco tecal:
- Dura madre: reviste el saco tecal extendiéndose desde el agujero occipital hasta S2.
- Líquido cefalorraquídeo (LCR).
- Cordón medular-cono medular-cola de caballo: el cono medular finaliza de forma variable en L1-L2 y se ancla a la duramadre en S2 mediante una prolongación de piamadre,
el fillum terminale.
- Espacio epidural

Fig. 11: RM proyección sagital, secuencia T2. Saco tecal.
El espacio epidural:
Características del espacio epidural.

Fig. 12: RM proyección axial, secuencia T1. Características del espacio epidural

Fig. 13: RM proyección axial, secuencia T1. Características del espacio epidural
Distribución del espacio epidural:
- Se extiende desde la base del cráneo hasta la membrana sacrococcígea.
- La proporción de grasa epidural aumenta a medida que descendemos desde la columna cervical hasta la región lumbar.

Fig. 14: Distribución del espacio epidural.
El espacio epidural es discontínuo en la región dorsal baja y región lumbar.
Esta discontinuidad viene determinada porque la duramadre contacta (sin adherirse) con los planos óseos y ligamentosos a nivel de las apófisis espinosas.
Así el espacio epidural posterior se distribuye en compartimentos de morfología triangular separados entre sí por los puntos mencionados en los que la dura contacta con los elementos vertebrales.

Fig. 15: Espacio epidural. Discontinuidad en región dorsal baja y región lumbar.
IV.
ANATOMÍA APLICADA.
Localización del cono medular
IV.a Localización del cono medular
El cono medulartiene una localización muy variable,
entre T12 y L3.

Fig. 16: Variaciones de posición del cono medular
En un 51% de los casos se localiza en L1-L2.
Por ello para intentar llevar a cabo la punción de un modo seguro,
con poca probabilidad de dañar el cono medular,
ésta se realiza en L3-L4 o L4-L5.
IV.b Línea de Tuffier
Un factor clave para localizar el punto en el que se va a realizar el bloqueo central es conseguir una relación entre la anatomía superficial y la anatomía ósea.
Existe un marcador clínico,
la línea de Tuffier,
para realizar la punción de forma segura.
Se traza una línea imaginaria entre ambas crestas ilíacas,
que marca la apófisis espinosa de L4 o espacio L4-L5. El nivel indicado por esta línea puede variar desde L3/L4 a L5/S1 y su identificación está dificultada en pacientes obesos.

Fig. 17: Linea de Tuffier
IV.c Anomalías de la transición lumbosacra
En un porcentaje variable (3-21%) de casos existen anomalías de la transición lumbosacra.
Su detección es importante desde el punto de vista radiológico para numerar correctamente los elementos vertebrales y determinar por tanto a que nivel se sitúa el cono medular de forma precisa.
La forma más exacta de numerar correctamente las vértebras es numerarlas de forma descendente desde C1.
Cuando no disponemos del estudio de columna completa existen varios métodos de numeración de las vértebras lumbares,
basados en marcas anatómicas.
Frecuentemente se emplea el vértice del cono medular como marcador de la mitad inferior de L1.
Sin embargo,
dada la variabilidad de la localización del cono este marcador no es el adecuado para la numeración de los cuerpos vertebrales vertebrales.
Existen otras marcas más exactas y menos variables:
- Longitud de apófisis transversas: la apófisis transversa de mayor longitud es la de L3.

Fig. 18: Métodos de numeración de las vértebras lumbares
- Posición de la cresta ilíaca-línea de Tuffier: L4-L5.

Fig. 17: Linea de Tuffier
- Ligamento iliolumbar: desde la apófisis transversa de L5 al aspecto superior de la cresta ilíaca.
- Nivel de la bifurcación aórtica: L4.
- Confluencia de la vena cava inferior: L4-L5.
- Origen de la arteria renal: L1-L2; del tronco celíaco: T12-L1; y de la arteria mesentérica superior (AMS): L1.

Fig. 19: Métodos de numeración de las vértebras lumbares
Así si estas estructuras o “marcas” están localizadas en nivel superior de lo esperado,
aunque existen otros datos morfológicos,
probablemente exista lumbarización de S1.
Y,
si por el contrario,
presentan una localización inferior sugeriría sacralización de L5.
V. PUNCIÓN LUMBAR Y CONDICIONES PATOLÓGICAS QUE DIFICULTAN LAS TÉCNICAS DE BLOQUEO CENTRAL
En adultos la punción lumbar para la realización de los bloqueos centrales se realiza:
- Con el paciente en decúbito lateral o sentado.
- En L3-L4 o L4-L5 empleando el marcador clínico de la línea de Tuffier.
- Con una inclinación hacia arriba de 15º y abordaje generalmente medial.

Fig. 20: Técnica de punción lumbar
Estructuras atravesadas:
- Bloqueo epidural: piel-tejido celular subcutáneo (TCS)-lig.
supraespinoso-lig.
interespinoso-lig.
amarillo-espacio epidural.
- Bloqueo raquídeo: piel-tejido celular subcutáneo (TCS)-lig.
supraespinoso-lig.
interespinoso-lig.
amarillo-espacio epidural-duramadre-espacio subaracnoideo.
- Acceso lateral-paramedial: piel-tejido celular subcutáneo (TCS)-musculatura paravertebral-lig.
amarillo-espacio epidural/subaracnoideo.

Fig. 21: Estructuras atravesadas en el bloqueo central epidural y raquídeo. Plano sagital

Fig. 22: Estructuras atravesadas en el bloqueo central epidural y raquídeo. Plano axial
El espacio epidural se encuentra de media a 4.5-5.5cm del plano cutáneo.
La distancia que recorre la aguja desde el ligamento amarillo hasta la dura es de 7mm (en la región lumbar); esta distancia será menor cuanto más lateral se incida.

Fig. 23: Distancia y tamaño del espacio epidural
Una excesiva cantidad de grasa epidural puede comprimir las estructuras adyacentes y afectar a la colocación de catéteres y la distribución de la solución inyectada.
Así mismo la anormal disposición de la grasa epidural en determinadas patologías tiene implicaciones anestésicas que incluso pueden explicar las complicaciones no esperadas que pueden tener lugar durante la anestesia epidural.
V.a Problemas en el acceso
Piel y partes blandas:
Según el hábito constitucional del paciente el espesor del TCS puede variar.
Además pueden existir tumoraciones de partes blandas como lipomas.

Fig. 24: Punción lumbar. Problemas en el acceso. Piel y partes blandas
Estenosis de canal raquídeo:
Puede ser congénita o adquirida.
Estenosis degenerativa (espondiloartrosis):
- Los cambios suelen ser más marcados en L3-L4 y L4-L5 y es generalmente de origen multifactorial.
- En la columna lumbar las articulaciones facetarias y los ligamentos amarillos tienen tendencia a la hipertrofia degenerativa.

Fig. 25: Punción lumbar. Problemas en el acceso. Espondiloartrosis
Escoliosis:
Se producen una o más curvas laterales,
con cambios morfológicos asociados en los cuerpos vertebrales.
Se acompaña de un componente de rotación de los mismos y así las relaciones entre los ligamentos,
pedículos,
láminas,
ligamentos amarillos,
espacio epidural y saco tecal varían.
Se produce una alteración de la morfología del espacio epidural y una distribución asimétrica de la grasa epidural.
El cordón medular se aproxima a la zona cóncava y el LCR se acumula en la zona convexa.
Por ello en casos de escoliosis se realiza generalmente un abordaje paramedial en la zona convexa.

Fig. 26: Punción lumbar. Problemas en el acceso. Escoliosis. Proyección coronal

Fig. 27: Punción lumbar. Problemas en el acceso. Escoliosis. Proyección axial
Cirugía espinal:
La cirugía espinal,
como se mencionó anteriormente,
es una contraindicación relativa para las técnicas de bloqueo central,
dependiendo del tipo de cirugía realizada y de la situación del paciente.
En el caso de columnas operadas hay que tener en cuenta que se producen alteraciones en partes blandas paravertebrales y,
según la cirugía,
se quitan las láminas y los pedículos y se colocan los materiales de fijación (generalmente transpedicular).
El saco tecal queda muchas veces expuesto,
el espacio epidural posterior se altera y pueden quedar adherencias-aracnoiditis crónica.

Fig. 28: Punción lumbar. Problemas en el acceso. Cirugía espinal

Fig. 29: Punción lumbar. Problemas en el acceso. Cirugía espinal
V.b Barreras a la diseminación de la solución anestésica
Escoliosis.
Cirugía espinal. Como se ha mencionado,
en ambos casos,
las dificultades que ofrecen en el acceso,
se acompañan de cambios en el espacio epidural y saco tecal con la consecuente repercusión sobre la diseminación de la solución anestésica.
Espondiloartrosis
Los cambios degenerativos osteodiscales,
ya mencionados (hipertrofia de ligamentos amarillos…),
repercuten en la diseminación del anestésico debido a que ocasionan: reducción de la grasa epidural,
disminución del tamaño del saco tecal y bloqueo relativo de LCR.
La hipertrofia de ligamentos amarillos hace además que el espacio epidural sea menos distensible.

Fig. 30: Barreras en la diseminación de la solución anestésica. Espondiloartrosis
Lipomatosis epidural:
Es el anormal depósito de tejido adiposo no encapsulado en el espacio epidural.
Puede ser idiopático o asociarse a síndrome de Cushing,
corticoides,
obesidad.
Frecuentemente se asocia a una apariencia geométrica en las imágenes axiales del saco tecal (deformidad espiculada,
en estrella o en Y) que se explica por la presencia de los ligamentos meningovertebrales (anteriores,
laterales y posteriores).

Fig. 31: Barreras en la diseminación de la solución anestésica. Lipomatosis epidural

Fig. 32: Barreras en la diseminación de la solución anestésica. Lipomatosis epidural
Patología discal/masas/infecciones:
Cualquier ocupación del canal vertebral puede causar compresión y desplazamiento del saco tecal y disminución u obliteración del espacio epidural con la consecuente repercusión sobre la dinámica del LCR.

Fig. 33: Barreras en la diseminación de la solución anestésica. Hernias/Masas/Infección

Fig. 34: Barreras en la diseminación de la solución anestésica. Hernias/Masas/Infección

Fig. 35: Barreras en la diseminación de la solución anestésica. Hernias/Masas/Infección
References: Dra. Eloísa Feliu. Unidad de RM, Erescanner Salud, HGU Alicante
Aracnoiditis
Es un proceso inflamatorio proliferativo no específico que produce un espectro de cambios patológicos que comprometen principalmente los elementos intratecales lo que puede ocasionar bloqueos en la circulación del LCR y por tanto de la solución anestésica.