La sinovitis villonodular pigmentaria es una proliferación tumoral benigna del tejido sinovial articular,
de las vainas tendinosas y bursas.
Se caracteriza por hipertrofia sinovial que puede ser focal o difusa con depósito de hemosiderina en el espacio articular.
Tiene un carácter progresivo,
produciendo destrucción irreversible del cartílago y afectación ósea y tendinosa.
Afecta a grandes articulaciones,
principalmente la rodilla hasta en el 80% de los casos,
manifestándose como una artropatía monoarticular.
También puede presentarse en la cadera,
tobillo,
hombro y codo.
Se da principalmente en la tercera o cuarta década de la vida,
sin predilección de sexo,
con una incidencia aproximada de 1,8 casos por millón de habitantes.
En la radiografía simple podemos identificar múltiples hallazgos (Figura 1),
que aunque inespecíficos,
nos orientan hacia una patología inflamatoria,
tales como: derrame articular que en ocasiones debido a su alta densidad puede sugerir hemartros,
aumento de partes blandas y erosiones óseas bien delimitadas,
de bordes escleróticos que afectan ambas carillas articulares.
En el estudio ecográfico encontramos diversos hallazgos sugestivos de sinovitis inespecífica; derrame articular y un marcado engrosamiento sinovial focal o difuso con alta vascularización con el doppler color (Figura 2)
En la TC hay un engrosamiento difuso de partes blandas,
con una densidad ligeramente mayor debido a los depósitos de hemosiderina,
e intenso realce tras la administración de contraste.
La RM es la técnica de elección para el diagnóstico.
Se observa un engrosamiento focal o difuso de la sinovial,
hipointenso en secuencias potenciadas en T2,
principalmente en secuencias T2* (gradiente),
debido a los depósitos de hemosiderina; pueden presentarse áreas de alta intensidad de señal en secuencias potenciadas en T2 debido a inflamación de la sinovial,
derrame articular,
edema o grasa.
En secuencias potenciadas en T1 la intensidad es variable,
presentando un realce intenso tras la administración de contraste. La RM es muy útil para definir con precisión la extensión y la relación con los tejidos circundantes,
e indispensable para la planificación del tratamiento quirúrgico.
(Figuras 3 y 4)
El diagnóstico diferencial debe establecerse con la artritis reumatoidea,
la artropatía amiloidea,
la artropatía hemofílica y la condromatosis sinovial,
todas ellas,
patologías de carácter crónico y sistémico con compromiso poliarticular.
El diagnóstico definitivo es anatomopatológico,
con proliferación de tejido sinovial con nódulos y vellosidades pardo-amarillentas e infiltrado de células histiocitarias gigantes y depósitos de hemosiderina,
en ausencia de malignidad.