De los 600 pacientes que se sometieron a una CTC,
en 34 se detectaron hallazgos extracolónicos clínicamente importantes (categorías E3 y E4).
Dos de ellos (6%) tuvieron hallazgos incidentales agudos,
requiriendo atención médica inmediata: un paciente tenía derrame pleural y dolor torácico,
mientras que el otro tenía un colapso vertebral agudo con historia de traumatismo reciente; por lo que fueron derivados al Servicio de Urgencias.
Los 32 restantes (94%) tenían hallazgos clínicamente importantes,
pero no agudos.
En la Table 3 se presentan los datos demográficos de los pacientes con hallazgos importantes.
Table 3: Demografía de los pacientes.
El seguimiento fue posible en todos los pacientes (n=34),
mediante:
- diagnóstico histológico (n=10)
- otras técnicas de imagen (n=11)
- seguimiento clínico en consultas externas (n=13)
Los hallazgos de los 34 pacientes fueron clasificados por órgano y sistema afectos: patología vascular,
gastrointestinal,
músculo-esquelética,
renal,
pleuropulmonar,
suprarrenal,
pancreática,
diafragmática,
linfadenopática,
peritoneal o ginecológica.
(Table 4, Table 5, Table 6).
Table 4: Hallazgos extracolónicos clasificados según órgano y sistema afectado (I).
- Vascular
Se diagnosticaron 11 pacientes de aneurisma de aorta abdominal y/o arterias ilíacas,
cuatro de ellos eran conocidos antes de la CTC pero no reflejados en la historia clínica del paciente.
En cuanto al tamaño,
seis eran de > 5 cm de diámetro transversal (el mayor de 8,8 cm) y los otros cinco eran de < 5 cm.
En uno de los pacientes con síntomas de estreñimiento crónico y una colonoscopia óptica incompleta,
la CTC reveló la presencia de un aneurisma ilíaco que provocaba obstrucción intestinal intermitente ya que el colon sigmoide estaba localizado entre el gran aneurisma ilíaco y la vejiga (Fig. 1).
Se sometió a aneurismectomía y bypass aorto-ilíaco y con ello se resolvió su sintomatología.
Los otros seis no requirieron tratamiento quirúrgico inmediato debido al tamaño del aneurisma o a las comorbilidades del paciente,
de manera que están actualmente en seguimiento anual en consultas de cirugía vascular y alguno de ellos ha sido programado para cirugía.
(Fig. 2 y Fig. 3)
- Gastrointestinal
En dos pacientes se identificaron neoplasias malignas de estómago en la CTC.
Uno de ellos fue desestimado para continuar con otras pruebas diagnósticas por su estado clínico y la edad avanzada (Fig. 4).
El otro fue sometido a gastrectomía subtotal debido a un cáncer gástrico complicado con perforación (Fig. 5).
En un caso la CTC mostró una lesión polipoide en el íleon terminal,
cuyo diagnóstico diferencial incluyó tumor carcinoide,
tumor del estroma gastrointestinal (GIST) o una lesión polipoide de otra naturaleza.
El paciente requirió una CO y biopsia,
resultando en un pólipo inflamatorio benigno (Fig. 6).
En otro de los casos,
el hallazgo extracolónico incidental fue una masa mesentérica de pequeño tamaño parcialmente calcificada adyacente al íleon,
por lo que se realizó un TC con contraste oral en el que se confirmó la lesión mesentérica y además se encontró otra lesión gástrica submucosa.
Por estos motivos,
se sometió al paciente a una endoscopia digestiva alta y a una CO,
en las que se biopsió un tumor gástrico submucoso.
En el momento de nuestra revisión,
el paciente estaba esperando para planificación quirúrgica.
(Fig. 7).
- Músculo-esquelético
De los tres pacientes con hallazgos músculo-esqueléticos de mayor importancia en la CTC,
dos fueron diagnosticados de colapso vertebral secundario a osteoporosis (Fig. 8).
Uno de ellos fue remitido al Servicio de Urgencias debido a una fractura aguda sintomática,
mientras que otro está en seguimiento por su médico de atención primaria.
En el tercer paciente la CTC mostró lesiones óseas blásticas no conocidas que resultaron ser lesiones metastásicas de un cáncer de próstata (Fig. 9).
- Renal
Se descubrieron tres masas renales sólidas en estudios de CTC,
requiriendo estudios de imagen complementarios los tres pacientes.
Dos de ellos tenían quistes renales complejos,
de los cuales un paciente fue sometido a nefrectomía parcial debido a la sospecha de cáncer renal y el otro está actualmente en seguimiento por los urólogos,
permaneciendo la lesión estable después de dos años (Fig. 10).
El tercero se trataba de un paciente trasplantado renal el cual tenía una lesión sospechosa de malignidad en su riñón nativo que se detectó en la CTC.
Se realizó una ecografía con contraste intravenoso debido a la insuficiencia renal del paciente,
en la que se confirmó la existencia de una lesión sólida que realzaba tras contraste y que era compatible con cáncer de riñón.
Al paciente se le realizó una nefrectomía radical y el diagnóstico histológico fue de adenocarcinoma renal (Fig. 11).
- Pleuropulmonar
Durante la CTC se detectó un derrame pleural de gran cuantía que provocaba colapso pasivo del pulmón (Fig. 12),
hallazgo por el cual se remitió al paciente al Servicio de Urgencias para recibir tratamiento urgente.
En una mujer de 87 años se detectó una masa en el lóbulo inferior izquierdo,
en la cual el posterior estudio de TC con contraste intravenoso confirmó la presencia de un carcinoma de pulmón en estadio IV (Fig. 13).
La paciente fue rechazada para cualquier tipo de procedimiento invasivo debido a su edad y condición clínica.
En un paciente al que se le realizó una CTC debido a colonoscopia óptica incompleta por insuficiencia respiratoria,
se le detectó afectación pulmonar con numerosas bronquiectasias cilíndricas y quísticas (Fig. 14).
- Suprarrenal
En 2 de los 34 pacientes se detectaron masas suprarrenales bilaterales.
En un paciente,
los estudios de imagen demostraron características radiológicas de mielolipoma y de adenoma,
por lo que el paciente tan solo requirió seguimiento por parte del Servicio de Endocrinología (Fig. 15).
En el otro paciente se confirmó que la masa suprarrenal era una metástasis de un carcinoma de pulmón no conocido (Fig. 16).
Tras ello,
al paciente se le realizó suprarrenalectomía y recibió tratamiento con quimio y radioterapia.
- Pancreático
Se descubrieron incidentalmente dos masas quísticas pancreáticas en los estudios de CTC.
Una de ellas se encontraba en la cola pancreática siendo compatible con cistoadenoma seroso; la paciente rechazó cualquier tipo de procedimiento invasivo que hubiera sido útil para alcanzar un diagnóstico histológico (Fig. 17).
La otra era de pequeño tamaño y estaba localizada en la cabeza pancreática.
Radiológicamente no cumplía criterios de ningún tipo de lesión,
y en el momento de escribir esta revisión la paciente está a la espera de decisión del manejo terapéutico.
- Diafragma
Se diagnosticaron dos hernias diafragmáticas en las CTC realizadas,
que clasificamos como de mayor importancia.
Sólo uno de los dos pacientes fue sometido a cirugía de reparación de la hernia (Fig. 18) y,
por el momento,
el otro se encuentra en lista de espera para la intervención quirúrgica.
- Linfadenopatías
En un paciente se diagnosticó una enfermedad ganglionar metastásica,
proveniente de un carcinoma de cérvix ya tratado y que constaba como libre de enfermedad en los últimos informes médicos (Fig. 19).
En otra CTC se encontró un nódulo peripancreático por lo cual se completó el estudio con una TC con contraste intravenoso en la que se demostró un moderado realce de la lesión; así,
el diagnóstico diferencial se propuso entre tumor neuroendocrino de páncreas o adenopatía metastásica.
Al paciente se le realizó una endoscopia alta y una ecoendoscopia,
encontrando un pequeño cáncer gástrico y confirmando por tanto la naturaleza tumoral de la adenopatía peripancreática (Fig. 20).
- Peritoneo
En una mujer con CO incompleta a la que se realizó una CTC,
se identificaron en el estudio en 2D numerosos implantes peritoneales (“omental cake”) y ascitis.
Inmediatamente después de la CTC se completó el estudio con una TC con contraste intravenos,
que confirmó la presencia de una masa ovárica con extensa carcinomatosis peritoneal y ascitis.
La paciente fue sometida a ooferectomía con resultado anatomopatológico de adenocarcinoma seroso de ovario con carcinomatosis peritoneal (Fig. 21).
- Ginecológico
En una mujer de 55 años en la CTC se detectó una masa ovárica de 5 cm.
La ecografía realizada posteriormente demostró una lesión compatible con un endometrioma ovárico.
Según nuestro estudio,
la prevalencia de los hallazgos extracolónicos clínicamente relevantes en la CTC fue de un 5.6% (n=34) y la de aquellos que requirieron cirugía fue de un 1,16% (n=7).
Los aneurismas de la aorta abdominal fueron el hallazgo más prevalente,
posiblemente esto se deba que a las CTC se realizan en pacientes de cribado o con sospecha clínica de cáncer de colon,
por lo que normalmente son mayores de 50 años.