This poster was originally presented at the SERAM 2012 meeting, May 24-28, in Granada/ES. Este póster ha sido presentado originalmente en el congreso de la SERAM 2012, 24-28 de mayo, en Granada/ES.
www.seram.es
Type:
Presentación Electrónica Educativa
Keywords:
Abdomen, Anatomy, Contrast agents, Conventional radiography, Ultrasound, Ultrasound-Power Doppler, Biopsy, Diagnostic procedure, Puncture
Authors:
M. R. Pastor Juan, M. D. G. Lopez Martin, M. N. López Ramírez, M. D. Monedero Picazo, A. G. Blanco Cabañero, M. Escribano Talaya; Albacete/ES
DOI:
10.1594/seram2012/S-0191
Revisión del tema
La incidencia del carcinoma hepatocelular está aumentando en muchos países (Fig. 2),
por lo que es importante un manejo adecuado y estandarizado de esta patología ( Fig. 3 ).
La detección,
mediante programas de cribado,
diagnóstico precoz,
así como un tratamiento adecuado,
van a aumentar la supervivencia para el CHC.
Se han modificado las recomendaciones en los programas de cribado (Fig. 4),
así como en las guías de práctica clínica de la American Association for the Study of Liver Diseases (AASLD) publicadas en 2005 (Fig. 5,
Fig. 6).
Una vez establecido el diagnóstico de CHC,
es necesario evaluar el estadio de la enfermedad y establecer un pronóstico (Fig. 7) para ofrecer el tratamiento óptimo en cada caso,
con el objetivo de aumentar la supervivencia.
Para ello se sigue el Sistema de Clasificación del Barcelona Clinic Liver Cancer (BCLC) (Fig. 8),
el cual no ha sido modificado desde su publicación en 1999.
En cuanto al tratamiento de pacientes en estado avanzado de la enfermedad,
y que no pueden ser tratados con tratamientos más efectivos,
el sorafenib ha demostrado un aumento en la supervivencia y una disminución en la progresión (Fig. 9),
si bien los criterios para medir la respuesta a este fármaco aún no se han establecido.
Una vez que se ha llevado a cabo el tratamiento se requiere una monitorización de la respuesta a dicho tratamiento (Fig. 10),
para lo que se han publicado diversos criterios a lo largo del tiempo (Fig. 11),
siguiéndose en la actualidad los criterios establecidos por la European Association for the Study of the Liver (EASL) en el año 2000 (Fig. 12),
en los cuales no se han producido modificaciones desde entonces.