La incidencia del carcinoma de laringe se relaciona con un alto consumo de tabaco,
superando en nuestro entorno a cualquier otra localización de tumores del área de cabeza y cuello.
De los 38 carcinomas de laringe revisados en esta serie más del 90% son carcinomas escamosos.
CARCINOMA SUPRAGLÓTICO
El grupo más numeroso (60%) lo constituye el carcinoma supraglótico de laringe (n=23).
Inicialmente asintomáticos,
o bien con síntomas inespecíficos como sensación de cuerpo extraño o tos irritativa,
su presentación clínica suele ser tardía,
lo que favorece su mayor tamaño en el momento del diagnóstico.
Los de estadificación tumoral más baja (T1 y T2),
de localización y extensión superficial,
muestran fácil acceso a la laringoscopia,
que identifica la lesión sospechosa de malignidad y permite la toma directa de biopsia.
El TC en estos casos descarta la afectación de áreas ocultas a la exploración laringoscópica y determina la presencia de adenopatías patológicas locales con mayor especificidad y sensibilidad que la exploración clínica.
En los tumores con mayor extensión en profundidad (T3 y T4) la información del estudio TC es imprescindible para una correcta estadificación del tumor primario que permita escoger el tratamiento más apropiado.
En nuestros casos la distribución fue la siguiente:
Tumores localmente no avanzados.
T1 (n=3) y T2 (n=8).
En estos estadios existe una muy buena correlación entre la imagen endoscópica y el TC.
Mostramos algunos casos representativos:
- En el caso 1 se muestra un tumor supraglótico T1 de cara laríngea de epiglotis que asociaba un segundo tumor primario (carcinoma epidermoide sincrónico) en hipofaringe,
ambos visibles en laringoscopia y en TC.
Fig. 1
- En el caso 2 se observa un tumor supraglótico de cara lingual de epiglotis con afectación extralaríngea hacia vallécula adyacente (T2),
con excelente correlación entre ambas técnicas.
El estudio TC pone de manifiesto una adenopatía patológica en nivel II ipsilateral,
completando el estadio ganglionar.
Fig. 2
- En el caso 3 se expone un voluminoso tumor T2 de epiglotis y banda que impedía una adecuada valoración de la cuerda vocal subyacente,
aunque su movilidad estaba conservada.
El TC demostró integridad de la cuerda,
y una óptima correlación con el resto de hallazgos accesibles a la laringoscopia.
Fig. 3
Tumores de estadificación avanzada.
T3 (n=7) y T4 (n=5).
En estos estadios más avanzados la laringoscopia da una importante información sobre la movilidad de la glotis (la fijación de la cuerda vocal determina por sí sola un estadio T3),
pero existen algunas localizaciones claves no accesibles a la exploración directa que deben evaluarse detenidamente con TC: espacio preepiglótico,
base lingual,
grasa paraglótica,
cartílagos laríngeos,
extensión extralaríngea.
El TC permite en estos casos una más precisa estadificación del tumor local (la grasa paraglótica afectada transforma un potencial estadio T1-T2 en estadio T3),
aumentando el estadiaje inicial determinado en la laringoscopia en casi un 20% de este grupo.
Además,
según la clasificación para tumores NCCN los tumores avanzados T4 se dividen en T4a cuando son resecables y T4b cuando se consideran irresecables.
Los criterios de irresecabilidad (la afectación de la fascia prevertebral,
la extensión extralaríngea a la carótida interna o la infiltración mediastínica) deben determinarse en el estudio radiológico pues no son hallazgos accesibles a la exploración laringoscópica.
El TC también aporta información sobre los ganglios regionales,
con frecuencia afectados en estos estadios avanzados.
- En los casos 4 Fig. 4 y 5 Fig. 6 mostramos dos casos representativos de tumor supraglótico de apariencia endoscópica similar,
siendo lesiones extensas que por su volumen limitaban la valoración precisa de la cuerda vocal.
No obstante uno de ellos (caso 5) mostraba parálisis de la hemilaringe afecta Fig.
7 determinando el estadio T3 y el otro (caso 4) conservaba movilidad normal siendo un potencial T2 Fig.
5 .
El TC demostró afectación de la grasa paraglótica (estadio T3) en ambos casos y adenopatías patológicas,
siendo ambas técnicas necesarias y complementarias para esta correcta estadificación.
-
En el caso 6 Fig. 8 se expone un tumor supraglótico con movilidad de cuerda vocal conservada (potencial T2),
determinándose en TC un estadio T4 por invasión local del cartílago tiroides,
aumentando así la estadificación tumoral sugerida por la laringoscopia.
CARCINOMA GLÓTICO
La afectación glótica en nuestros casos fue del 26% (n=10),
siendo la disfonía por afectación de la cuerda vocal un síntoma precoz que permite el diagnostico en estadios menos avanzados.
Dado el escaso drenaje linfático de las cuerdas vocales,
los tumores glóticos en estadio inicial presentan baja frecuencia de metástasis ganglionares (2-4%).
En tumores T1 glóticos con afectación limitada a la porción membranosa de la cuerda no es necesario realizar estudio radiológico complementario,
dada la escasa información adicional que aporta.
No obstante si existe afectación de comisura anterior es imprescindible completar estudio con TC para determinar una posible invasión del cartílago tiroides (el ligamento vocal se inserta directamente sin interposición de pericondrio) que pudiera cambiar la actitud terapéutica,
pasando el estadio tumoral de no infiltrante (T1-T2) a tumor con afectación cartilaginosa (T3 o T4).
La distribución de nuestros casos fue la siguiente:
T1 (n=7) y T2 (n=3)
En estadio T1 en general el tumor local de nuestra serie muestra mayor expresión en laringoscopia que en TC.
- En el caso 7 Fig. 9 se muestra un tumor glótico T1 de cuerda vocal con afectación de comisura anterior,
descartando el estudio TC extensión directa al cartílago tiroides.
- En el caso 8 Fig. 10 exponemos un tumor glótico T2 con afectación de cuerda vocal y banda,
que asociaba un segundo tumor sincrónico de vallécula.
Estadios avanzados (T3 y T4)
En nuestra serie los tumores glóticos de estadio alto mostraban extensión subglótica simultánea,
por lo que quedan expuestos en el siguiente grupo.
CARCINOMA SUBGLÓTICO
El carcinoma subglótico es el menos frecuente (n=5; 13%) mostrando en nuestra serie afectación simultánea glótica,
correspondiendo a tumores avanzados con afectación de los tres pisos laríngeos (tumor transglótico).
La distribución es la siguiente:
T3 (n=2) y T4 (n=3).
El síntoma predominante era la disnea disnea de curso progresivo y la disfonía.
Todos mostraban adenopatías patológicas en cadenas cervicales en el momento del diagnóstico.
El TC es fundamental en estos casos para detectar afectación del esqueleto laríngeo evaluando erosión,
esclerosis o lisis del cartílago.
Asimismo,
al igual que en estadios avanzados de otras sublocalizaciones,
debe determinar la resecabilidad de estos tumores en función de su extensión a musculatura prevertebral,
carótida interna o mediastino.
- En el caso 9 se muestra un tumor T4a de Cuerda vocal con amplia extensión subglótica,
demostrándose en estudio TC el estadio local avanzado con invasión de cricoides y extensión a tejidos prelaríngeos (exteriorización tumoral),
sin afectación carotídea ni retrocricoidea,
por tanto resecable.
Fig. 11