1.
Introducción:
Los tumores prostáticos son los segundos tumores más frecuentes en hombres.
Métodos de screening como la detección del antÃgeno especÃfico de la próstata (PSA) mediante analÃtica sanguÃnea o el tacto prostático rectal permiten que su detección se pueda realizar en fases precoces.
Una vez diagnosticado el tumor se describen dos situaciones: la neoplasia limitada a la glándula prostática o bien diseminada.
Para tratar el tumor prostático localizado se detallan varios posibles tratamientos: como opciones más destacadas destacan diferentes tipos de cirugÃa,
quimioterapia,
privación hormonal,
la vigilancia activa o bien el uso de la radioterapia.
Aunque la radioterapia pueda tener alguna utilidad en enfermedad diseminada su uso no es pilar fundamental como en la limitada.
Habitualmente la elección se hace entre tratamiento radioterápico y quirúrgico.
Los tratamientos radioterápicos (Fig.
1) eran y son ampliamente usados.
Actualmente han demostrado ser equiparables al tratamiento quirúrgico en porcentaje de curaciones.
Con radioterapia se esquivan las complicaciones del tratamiento quirúrgico que se derivan de lesiones nerviosas en el acto quirúrgico; básicamente impotencia sexual e incontinencia urinaria.
La mayor parte de las complicaciones propias de la radioterapia son debidas a irradiación de las estructuras adyacentes prostáticas como son la vejiga o el recto,
con inflamaciones importantes.
Esta inclusión en el campo es debida a la necesidad de irradiar en su totalidad la glándula prostática en todas las sesiones de radioterapia para que éste sea efectivo.
Para poder hacerlo se necesita irradiar un campo que incluya la zona de la glándula más un margen de seguridad que englobe todas sus posibles localizaciones.
La clave para disminuir las complicaciones se basa en reducir con la seguridad necesaria al máximo este margen para irradiar lo menos posible a los órganos adyacentes.
La implantación de los marcadores fiduciales que describiremos a continuación posibilita esta reducción de manera sencilla y eficiente.
(Fig.
2 y 3)
La próstata en la cavidad pelviana tiene un cierto grado de movilidad y además su localización también puede variar debido por ejemplo al grado de distensión de la vejiga como también por la variación del contenido de la ampolla rectal.
Que son los marcadores fiduciales?
Los marcadores fiduciales (Fig.
4) utilizados son 3 pequeños cilindros de oro fácilmente identificables por RX y TC una vez introducidos en el parénquima prostático.
Gracias a ellos y mediante cálculo geométrico se puede identificar radiologicamente de forma clara el lugar exacto de su localización previo a cada sesión de radioterapia.
Antes de los marcadores,
se debÃa irradiar una zona mayor para asegurar que la próstata se incluyera en ella.
2.
Material y método:
Nuestro material de estudio son los 130 pacientes tratados con radioterapia externa del cáncer de próstata localizado,
en los cuáles irradiamos la próstata con marcadores fiduciales intraprostáticos.
Se pretenden analizar las complicaciones observadas secundarias a la introducción de los marcadores por parte de nuestro servicio de radiologÃa,
asà como apuntar los beneficios de disminución de complicación obtenidos para demostrar la utilidad de la técnica.
Analizamos retrospectivamente desde enero de 2008,
en que se implantó el primero hasta septiembre de 2011,
cerca de la fecha lÃmite para poder enviar el abstract a este congreso.
Analizamos dos tipos de complicaciones: las inmediatas y las agudas.
Las inmediatas son las detectadas en el momento de finalizar el procedimiento ecográfico intervencionista de introducción de los marcadores fiduciales y son descritas en el informe radiológico del procedimiento.
Las complicaciones agudas se recogen en la visita antes de la primera sesión de radioterapia.
El radioterapeuta explora el paciente y le pregunta directamente por la existencia o no de sÃntomas asociados a las complicaciones.
Esta visita se realiza de 4 a 15 dÃas después de poner los marcadores de oro.
En cuanto a la mejora del tratamiento radioterápico,
ésta se realiza mediante la comparación de los márgenes de seguridad necesarios sin y con marcadores fiduciales.
Su cálculo se realiza en base a la expresión: Margeni = 2.5Σi + 0.7σi,
donde i es la dirección considerada,
y Σi i σi son el error sistemático y el aleatorio respectivamente.
3.
Descripción de la técnica:
En nuestro centro se realiza profilaxis antibiótica para disminuir el riesgo de infección bacteriana por parte de la flora del canal anal.
Realizamos una pauta de 5 dÃas,
desde 2 antes,
el mismo y 2 después del procedimiento,
con dos dosis diarias de ciprofloxacino de 500 mg vÃa oral.
El radioterapeuta en su primera visita explica el procedimiento y realiza el consentimiento informado al paciente.
El dÃa del procedimiento (Fig.
5) se coloca al paciente en decúbito lateral izquierdo con las rodillas ligeramente dobladas sobre la camilla de la sala de ecografia.
Se realiza un tacto rectal previo a la introducción de la sonda ecográfica con una pequeña cantidad de anestésico tópico en gel.
Utilizamos una sonda transrectal con una guÃa que permite la introducción tanto de la anestesia como de las agujas con el marcador de oro en la punta.
Colocamos lubricante en la punta del transductor y lo introducimos hasta localizar la próstata.
Mediante guÃa ecográfica se infiltra la región prostática posterosuperior,
cerca de la implantación de las vesÃculas seminales,
con lidocaÃna al 2%.
Finalmente se procede a introducir los tres marcadores: dos posteriores en base derecha y en el borde apical derecho y una anterior en la región media izquierda.
Los marcadores se insertan a través de la guÃa adosada al trasductor mediante agujas de 18G.