El total de los 94 pacientes incluidos en el estudio presentaban de manera aislada o combinada las siguientes lesiones relacionadas con inestabilidad anterior del hombro: lesiones del labrum anterior (70.2%),
fractura de Hill-Sachs (41.4%),
lesión ósea glenoidea (11.7%),
signos de hiperlaxitud (20.2%),
rotura de ligamentos glenohumerales inferiores (12.7%),
cuerpos libres (3.1%) y lesiones SLAP (12.7%).
En la tabla 2,
se presentan las características de los pacientes en los que se detectaron lesiones del manguito o del intervalo rotador.
La prevalencia de lesiones en el tendón del supraespinoso fue del 17.0%,
7.4% rotura parcial,
8.5 tendinosis y 1.0% tendinopatía calcificante; se detectaron lesiones en el tendón del subescapular en el 3.1 (2.1% roturas parciales y 1.0 tendinosis).
Solo un paciente presentó lesiones en el tendón del infraespinoso,
relacionada con tendinosis.
No se demostraron roturas completas en ninguno de estos tendones.
Se demostraron signos de rotura en las estructuras del intervalo rotador en el 7.4 de los pacientes.
DISCUSION.-
La luxación traumática es la causa más frecuente de inestabilidad del hombro,
que ocurre tras luxación anterior,
aproximadamente en el 95% de los casos (1).
La inestabilidad está claramente relacionada con lesiones del labrum glenoideo,
lesiones óseas tanto de la glenoides como de la cabeza humeral,
cápsula articular y de los ligamentos glenohumerales,
que son estructuras demostradamente importantes en la biomecánica y mantenimiento de la estabilidad del hombro (2-4).
Además de estas estructuras,
los tendones del manguito rotador,
influyen pasivamente en el mantenimiento de la estabilidad del hombro.
Las lesiones del manguito rotador están asociadas con eventos traumáticos de inestabilidad anterior y se estima que sus lesiones dependen de la edad de los pacientes,
situándose la frecuencia en el 15% en menores de 40 años y mayor del 40% en mayores de 60 años (5).
El tendón del manguito rotador más frecuente afectado tras luxación anterior de hombro,
es el del subescapular (2,
5).
Esta información ha sido obtenida de artículos de revisión.
Sin embargo,
al consultar la bibliografía no hemos encontrado artículos originales que confirmen esta afirmación.
Nuestros resultados apuntan que el tendón del subescapular se lesiona infrecuentemente en paciente jóvenes con inestabilidad anterior del hombro,
siendo las lesiones del tendón del supraespinoso más prevalentes en individuos con estas características.
Aunque las lesiones del tendón supraespinoso pueden ser crónicas,
el síndrome subacromial es infrecuente en pacientes menores de 40 años,
por lo que consideramos que un número reducido de estas lesiones pueden estar relacionadas con tendinopatía crónica,
no relacionada con el evento traumático.
Para lesiones de los tendones del manguito rotador se han utilizado criterios diagnósticos de RM establecidos (6) que se han demostrado útiles para detectar el tamaño y forma de la rotura,
grado de retracción,
extensión a estructuras subyacentes,
atrofia muscular y alteraciones óseas asociadas.
Los estudios de artrografía-RM aportan datos adicionales a la valoración de estas lesiones,
sobre todo en el caso de roturas parciales,
donde la presencia del contraste intraarticular en el interior de un tendón,
son diagnósticos de rotura parcial.
Este hallazgo es muy específico,
pero en los casos de rotura parcial de la superficie bursal en el tendón supraespinoso,
puede no aparecer este signo artrográfico,
dado que dicha superficie,
generalmente no tiene comunicación con el espacio articular glenohumeral.
La realización de artro-RM en posición ABER puede aumentar la sensibilidad en la detección de lesiones parciales en los tendones del manguito rotador (7).
En nuestro estudio,
las imágenes sospechosas de rotura parcial en RM convencional,
se confirmaron con artro-RM en posición habitual de hombro en rotación externa y no fue necesario confirmación en posición ABER.
En las figuras 1 y 2 se muestran ejemplos de rotura parcial en los tendones del supraespinoso y subescapular demostrado en imágenes de artro-RM.
El denominado intervalo rotador es una región anatómica situada entre los tendones del supraespinoso y subescapular,
que consta de la capsula articular y unos refuerzos de la misma que son los ligamentos coracohumeral (LCH) y glenohumeral superior (LGHS),
por el que discurre el recorrido intraarticular del tendón de la porción larga del bíceps.
El diagnóstico de lesiones del intervalo rotador es actualmente controvertido debido a la complejidad de las estructuras que la componen,
la dificultad de acceso en los procedimientos artroscópicos y también debido a la dudosa utilidad de la reparación quirúrgica de sus lesiones (8).
La ampliación del volumen del intervalo rotador se considera como un indicador de la inestabilidad del hombro (9),
si bien la prevalencia de sus lesiones en pacientes con inestabilidad anterior aun no ha sido estudiada.
Se considera que las estructuras del intervalo rotador,
contribuyen a la estabilidad del hombro.
Las lesiones del intervalo rotador,
han sido relacionadas con inestabilidad inferior y posterior (10,
11).
También se ha señalado que los defectos congénitos de las estructuras del intervalo rotador,
LCH y LGHS,
puede predisponer a la inestabilidad glenohumeral (12).
En nuestro estudio hemos demostrado que las estructuras del intervalo rotador en pacientes jóvenes con inestabilidad anterior del hombro pueden ser relativamente frecuentes.
Solo hemos considerado lesiones completas en el intervalo,
con alteraciones morfológicas en los ligamentos LCH y LGHS y extravasación del contraste intraarticular a través del intervalo,
cuyo significado es muy específico de rotura de la cápsula articular en esta localización (13).
Este signo de pone de manifiesto en los estudios de artro-RM,
pero también se puede detectar en el estudio de artrografía convencional que utilizamos como guía para introducción del contraste intraarticular.
En la figura 3 se muestra el caso de un paciente con rotura del intervalo rotador.
Es posible que hayan pasado desapercibidas lesiones parciales del intervalo rotador cuyo diagnóstico es complicado,
debido a que las alteraciones morfológicas como variantes normales,
aún no están claramente definidas en la literatura.