Los tumores primarios mesentéricos son relativamente infrecuentes,
pero por otro lado,
el mesenterio es una vía de propagación de patología neoplásica (colon,
ovario,
páncreas y estómago) e infecciosa desde la cavidad peritoneal hasta el peritoneo (1).
Los tumores primarios del mesenterio suelen ser benignos y mas frecuentemente de naturaleza quística (2).
Los pacientes con masas abdominales,
como hallazgo incidental,
presentan clínica inespecífica,
desde dolor abdominal,
aumento del perímetro abdominal,
pérdida de peso o cuadro pseudo-oclusivos (1).
La tomografía computarizada,
la ecografía y la resonancia juegan un papel crucial en el diagnóstico de la naturaleza de la lesión (sólida o quística),
localización (órgano de dependencia) y como guía para realizar la biopsia de la lesión,
crucial en el manejo del paciente (2).
En alguno de nuestros casos,
se realizaron también resonancia magnética,
confirmando la naturaleza de la lesión comentada en la ecografía y en la tomografía.
Presentamos 12 casos de pacientes con masas abdominales con una edad no superior a los 35 años.
Tres de ellas eran de naturaleza quística.
Lo primero que hay que hacer ante una lesión quística abdominal,
es intentar averiguar la dependencia del órgano de origen,
para poder hacer una aproximación diagnóstica (2),
pero no siempre es posible,
en algunas ocasiones por su gran tamaño.
Como en el caso 1 Fig. 1 ,
paciente de 17 años con aumento del perímetro abdominal,
que dado su gran tamaño no era evidente el órgano de origen y fue diagnosticado por la anatomía patológica como un tumor mucinoso quístico de tipo intestinal borderline,
ovárico .
La lesiones quísticas,
loculadas,
representan casi los 2/3 de las lesiones del mesenterio.
Lo más frecuente es el linfangioma quístico seguido del pseudomixoma peritoneal,
mesotelioma quístico,
quistes mesentéricos,
hematoma mesentérico,
teratoma quístico y tumor de células fusiforme (leiomioma con necrosis central o leiomiosarcoma) (2).
El caso 2 Fig. 2 ,
es de una paciente de 30 años,
diagnosticada de linfangioleiomiomatosis,
que presentó dolor abdominal y en el TC se observó una lesión quística,
posiblemente un linfangioma ,
que se confirmó tras la intervención quirúrgica.
El linfangioma quístico es una malformación congénita de los vasos linfáticos.
Tiene un aspecto multiloculado con contenido: quiloso,
seroso o hemorrágico y se localiza próxima a asas intestinales pudiendo producir cuadros de obstruccion (2).
La última lesión quística de nuestro estudio, caso 3 Fig. 3 , resulto ser una lesión inflamatoria,
granuloma epitelioide ,
en un paciente de 34 años con enfermedad de Crohn.
Los otros 9 pacientes presentaron masas sólidas.
Las masas mesentéricas más frecuentes son las neoplasias secundarias mientras que las primarias suelen ser poco frecuentes y benignas.
Las malignas,
se suelen situar en la raíz del mesenterio y las benignas periféricas ,
próximas a las asas intestinales.(2)
El caso 4 Fig. 4 ,
corresponde con un paciente de 30 años con dolor abdominal.
En el TC se apreció una masa de partes blandas submucosa,
en el interior del antro gástrico,
que se oriento como un leiomioma o un tumor del estroma gastrointestina.Trás la intervención y estudio anatomopatológico,
resulto ser un tumor del estroma gastrointestinal (GIST) gástrico.
El resto de las masas sólidas únicas,
fueron diagnósticadas por los hallazgos radiológicos y el estudio anatomopatológico:
- Caso 5 Fig. 5 ,
paciente de 34 años con dolor abdominal y antecedente de anxectomía por androblastoma.Presentó una masa pélvicaque infiltraba la pared abodmina. Tras el estudio patológico fue una recidiva del androblastoma
- Caso 6 Fig. 6 ,
paciente de 30 años con dolor abominal,
en la TC se aprecia una masa heterogénea,
polilobulada,
retroperitoneal,
que fue un sarcoma.
- Caso 7 paciente de 35 años con masa palpable en vacío izquierdo,
en la Tc,se apreció una masa heterogénea,
de baja atenuación,
sugestiva de tumoración de origen mesenquimal.La anatomía patológica determinó que se trataba de un tumor mesenquimal de bajo grado.
Cuando se observan varias masas peritoneales hay que pensar desde metástasis,
linfoma abdominal,
tuberculosis,
focos de endometriosis y hasta esplenosis(2) Caso 8 Fig. 7 .
Si no se aprecia afectación de órganos sólidos,
de bebe hacer un diagnóstico diferencial con el mesotelioma peritoneal maligno (3).
Es importante determinar la naturaleza de las lesiones.
Ante masas sólidas peritoneales hay que pensar desde carcinomatosis hasta el mesotelioma peritoneal que pueden también asociarse con patrón infiltrativo.En cambio si son de aspecto quístico,
hay que valorar: meseotelioma quístico,
psudomixoma peritoneal e infecciones por bacterias y micobacterias (2).
Como en nuestro caso 9 Fig. 8 ,
de un niño de 3 años,
marroquí,
con dolor abdominal y malestar general con múltiples masas-conglomerados adenopáticos,
que resultó ser una tuberculosis peritoneal con afectación pulmonar.
El caso 10 Fig. 9 ,
paciente de 22 años con clínica pseudoclusiva,
se aprecia una clara afectación en el mesenterio con varias masas sólidas.
Tras la intervención quirurgica,
el estudio patológico determinó que se trataba de un tumor desmoide.
El tumor desmoide,
es un tumor raro,
localmente agresivo,
no encapsulado,resultado de una proliferación de tejido fibroso.Tiene un pico de edad en la tercera década de la vida.
Puede presentar cualquier localización (pared abdominal,
retroperitoneo,
pelvis).
En las pruebas de imagen presenta densidad similar al músculo o hipodensos por necrosis central.
El Tc es muy útil para plantear cirugía y establecer su pronóstico,
por su tendencia a la infiltración
En el diagnóstico diferencial hay que plantear desde tumores malignos(metástasis,
fibrosarcoma,
rabdominiosarcoma,
histiocitoma fibroso,
linfoma),tumores benignos (neurofibroma,
neuroma,
leiomioma,
hematoma) (2).
Los dos últimos casos corresponden con masas múlitples,
de densidad de partes blandas:
-Caso 11:mesotelioma epitelioide Fig. 10
-Caso 12: mesotelioma maligno Fig. 11
La mayoría de los mesoteliomas malignos se origina en la pleura.
Sólo 50% exposición previa a asbesto.
Estan descritas dos variedades:
-Sarcomatoide (localizado): masas peritoneales sólidas
-Epitelioide (difuso): es el mas frecuente.
Su aspecto es similar a la carcinomatosis peritoneal,
salvo cuando hay afectación pleural por la exposición al asbesto,
apreciándose placas pleurales calcificadas (4).
El diagnóstico diferencial hay que realizarlo con la carcinomatosis peritoneal,
linfoma y la tuberculosis peritoneal,
siendo muy complicado en muchas ocasiones.Si se observan adenopatías,podemos pensar en un linfoma.Y si las adenopatías muestran un centro hipodenso y se aprecia un engrosamiento peritoneal,
de las asas de ileon y ciego,debemos sospechar una tuberculosis (1).