Resultados Clínicos:
En nuestro grupo de pacientes predominó el sexo masculino,
con un rango de edad que varió entre 24 y 78 años (Fig.
3).
En este grupo de pacientes se llevaron a cabo varias pruebas de imagen,
dentro de las cuales la tomografía computarizada multidetector (TCMD) fue la más usada (Fig.
4).
Esto es debido a la gran calidad de las imágenes obtenidas mediante esta técnica,
la cual permite una adecuada valoración de las características de los TFS.
En cuanto a la localización de los tumores,
en la mayoría de los casos se situaron en las extremidades y en la cavidad abdominal.
En dichas localizaciones,
la TCMD tiene un gran rendimiento,
similar a la RM ,
en valorar los hallazgos radiológicos de los TFS (Fig.
5).
También se clasificaron de acuerdo a la profundidad,
siendo más frecuentes los situados a nivel profundo.
El tamaño de las lesiones varía entre 2 y 26 cms.
La presentación clínica más común registrada fue sensación de masa.
Dos casos refirieron dolor.
El resto de pacientes permanecieron asintomáticos.
Hubo cuatro casos con metástasis metacrónicas y dos recurrencias locales,
los cuales mostraron características de malignidad en el estudio AP.
Resultados Histopatológicos:
En diez pacientes se evidenciaron características sugestivas de malignidad.
Observamos que en este grupo de pacientes la localización de TFS es más superficial (Fig.
6).
Hallazgos Radiológicos:
Los TFS se observan en ecografía como una masa hipoecogénica,
bien definida,
que exhibe un aumento de la vascularización en el estudio Doppler (Fig.
7).
En cuanto a la TCMD,
se observan como masas de bordes bien definidos,
hipervasculares,
con gran realce tras la administración de contraste y que ejercen presión o desplazan las estructuras adyacentes (Fig.
8,
9,
10,
11,
12).
En RM estas lesiones exhiben una intensidad de señal igual o menor respecto al músculo en la secuencia T1.
En T2 son hipointensas,
debido a su contenido fibroso.
En tumores de gran tamaño se observan áreas hipointensas que corresponden a vacíos de flujo por vasos perilesionales (Fig.
13),
que la otorgan un importante realce tras la administración de contraste.
En tumores malignos se observa un aumento de la intensidad de señal en T2,
debido a aumento de la vascurización y edema.
En cuanto a la localización de los tumores,
la mayoría se situaron profundo a la fascia muscular.
En cuatro casos se observó invasión de estructuras locales; esto se observó en lesiones con hallazgos de imagen sugestivos de malignidad (tamaño tumoral,
intensidad de señal heterogénea).
Asimismo,
se presentaron cuatro casos con metástasis metacrónicas (pulmón y pelvis) y dos recurrencias locales.
Estos casos presentabas características de malignidad en el estudio histopatológico.
Los hallazgos descritos anteriormente se correlacionaron los resultados de anatomía patológica.
En el grupo que presentaba características de malignidad,
el tamaño tumoral es mayor que en el grupo de características no sugestivas de malignidad (Fig.
14).
Las características radiológicas que se correlacionan mejor con los criterios de malignidad son el tamaño tumoral (más de 10 cm) y una intensidad de señal heterogénea en RM.