This poster was originally presented at the SERAM 2012 meeting, May 24-28, in Granada/ES. Este póster ha sido presentado originalmente en el congreso de la SERAM 2012, 24-28 de mayo, en Granada/ES.
www.seram.es
Type:
Presentación Electrónica Educativa
Keywords:
Vascular, Musculoskeletal bone, Neuroradiology brain
Authors:
E. Santos Corraliza, G. Larrañaga Hernando, I. Neve Lete, A. Sanchez Garcia, F. Miner Pino, M. Martin Egaña; Vitoria-Gasteiz/ES
DOI:
10.1594/seram2012/S-0063
Revisión del tema
Dentro de la categoría de “violencia de género” definida por la Organización de las Naciones Unidas en el año 1993,
se encuentra la violencia contra la mujer en pareja,
que engloba tanto el maltrato físico,
como sexual y/o psicológico,
llevando a cabo por el que es o fue compañero sentimental de la mujer (1)
Aunque éste es un tema de gran actualidad política y social,
la incidencia real es difícil de determinar,
dado que es una forma de violencia poco visible por desarrollarse dentro del ámbito familiar y aún hoy en día,
pocas mujeres lo denuncian (1,2).
Porcentajes de maltrato según estudios poblacionales (1)
Mundial
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10-69%
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Europeo
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18-58%
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Español
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12.4%
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Las consecuencias de la violencia de género constituyen un importante problema de salud pública,
en el que se engloban enfermedades de transmisión sexual,
embarazos no deseados,
abortos,
secuelas psíquicas,
traumatismos y hasta la muerte en el peor de los casos (1,2).
Este tema suele causar gran inseguridad en el modo de actuar por parte del personal sanitario y hasta un 66% de los profesionales no suelen plantearse la violencia doméstica como diagnóstico diferencial en su actividad diaria (1).
Ya que prácticamente todas las mujeres entran en contacto con los Servicios de Salud a lo largo de su vida,
estos deberían jugar un papel crucial en la detección del maltrato.
Pensar en ello y diagnosticarlo,
no sólo puede ayudar a disminuir sus consecuencias,
sino que una buena actitud por parte de los profesionales sanitarios, puede incitar a la mujer a denunciarlo (1,2).
HALLAZGOS RADIOLÓGICOS:
En los casos de violencia doméstica podemos encontrar múltiples manifestaciones radiológicas,
algunas de las cuales hemos recogido durante nuestra práctica diaria.
- Fracturas y contusiones. Las agresiones suelen ser más habituales en las zonas centrales del organismo como el tórax,
al abdomen o los genitales.
En cuanto a las fracturas; suelen ser típicas las de los huesos nasales,
dientes,
mandíbula o arcos costales ( Fig. 1 ).
Aunque las contusiones no son un hallazgo generalmente demostrable mediante exploraciones radiológicas,
el edema o hematoma de los pabellones auriculares ( Fig. 2 ) puede constituir un indicador de maltrato físico debido a lo poco habitual de la localización en otro tipo de traumatismos,
sobre todo si es bilateral.
- Hematomas subdurales. Los hematomas subdurales ( Fig. 3 ) y ( Fig. 4 ) son una patología estrechamente relacionada con los traumatismos craneales en forma de accidentes de tráfico,
caídas o agresiones (3).
Aquellos localizados en la fosa posterior son infrecuentes,
constituyendo únicamente un 0,6% de los mismos.
En un 30-50% se asocian a fracturas occipitales (4).
- Fenómenos tromboembólicos. Se ha descrito que en el caso del maltrato físico,
los múltiples traumatismos producirían un daño endotelial directo ,
el cual asociado a la presencia de otros factores de riesgo ( anticonceptivos orales,
tabaquismo...),
podría ser responsable de la presencia de fenómenos tromboembólicos.Revisando la literatura,
se describe el traumatismo abdominal como una causa rara de trombosis venosa portal ( Fig. 5 ),
y que esta ocurre más frecuentemente cuando se asocia un factor local que disminuye el flujo portal (cirrosis,
tumores,
inflamación o lesión endotelial por trauma o cirugía) y un factor sistémico que cause un estado de hipercoaguabilidad (alteraciones hereditarias o toma de anticonceptivos orales) (5).
La trombosis venosa mesentérica ( Fig. 6 ) constituye únicamente un 5% de las causas de isquemia mesentérica aguda.
Entre los factores de riesgo de la trombosis venosa mesentérica se encuentran los estados de hipercoaguabilidad,
la hipertensión portal,
la pancreatitis y el traumatismo abdominal directo entre otros (6). La enfermedad tromboembólica venosa (TVP y TEP) ( Fig. 7 ),
( Fig. 8 ) y (Fig. 9) constituye una causa frecuente de morbimortalidad en los países europeos y más de la mitad de los pacientes tienen en común la presencia de uno o más factores de riesgo (anticonceptivos orales,
terapia hormonal sustitutiva,
alteraciones genéticas,
edad),
asociado a un factor desencadenante que en este caso parece estar relacionado con el reposo (encamamiento,
viajes…) más que con un traumatismo directo (7,8).En los casos de intento de estrangulamiento,
se han descrito infartos cerebrales como consecuencia de disecciones carotídeas o de lesiones directas en el endotelio que han llevado a la formación de coágulos,
(9,
10).
- Lesiones vasculares. Generalmente de forma secundaria a heridas por arma blanca,
hemos encontrado varios casos de lesiones vasculares que han precisado tratamiento mediante radiología intervencionista ( Fig. 10 ),
( Fig. 11 ) y ( Fig. 12 ).
También se ha descrito algún caso de rotura de aneurismas abdominales como consecuencia de traumatismos múltiples.