El diagnóstico patológico final ha sido (Fig. 3): CCT (34); lesiones inflamatorias (6: uretritis crónica (4),
tejido de granulación (1),
seudotumor inflamatorio (1)); células transicionales sin atipia (5); indiferenciado (apariencia sarcomatosa) (1); CCR del conducto de Bellini (1).
En los casos con TC de seguimiento (Fig. 4),
9 se mantuvieron estables o desaparecieron y 2 progresaron.
Los hallazgos de la TCMD en las 58 lesiones han sido los siguientes (Fig. 5): masa intraluminal (39),
engrosamiento parietal (18),
masa con engrosamiento parietal (1).
Presencia de realce tras la administración de contraste endovenoso en 44 de las 58 lesiones (Fig. 6): 33 de las 39 masas intraluminales y 11 de los 18 engrosamientos parietales.
La sensibilidad y el VPP de cada hallazgo TC para diagnosticar lesiones malignas ha sido (Fig. 7)
- 78.95% (30/38) y 76.92% (30/39) para la masa intraluminal
- 18.42% (7/38) y 38.89 % (7/18) para el engrosamiento parietal
- 93.33 % (28/30) y 84.85% (28/33) para la masa con realce
- 85.71% (6/7) y 54.54% (6/11) para el engrosamiento parietal con realce
2/3 de las lesiones (38/58) con una TCMD anormal corresponden a lesiones malignas pero 1/3 (20/58) con estos hallazgos han correspondido a otros diagnósticos (Fig. 8).
La presencia de una masa intraluminal sola o asociada con realce ha sido el signo más frecuente en las lesiones malignas.
El realce ha sido especialmente útil para incrementar la exactitud en el contexto de una masa intraluminal,
pero también en el contexto de un engrosamiento.
La limitación de la valoración del realce es el tamaño del nódulo o masa y la magnitud del grosor ya que no es valorable en todas las lesiones.
Ejemplos
1.
Masa intraluminal captante maligna Fig. 9
Fig. 9
2.
Masa intraluminal no captante maligna Fig. 10
Fig. 10
3.
Masa intraluminal no captante benigna Fig. 11
Fig. 11
4.
Masa intraluminal captante benigna Fig. 12
Fig. 12
5.
Engrosamiento parietal captante maligno Fig. 13
Fig. 13
6.
Engrosamiento parietal no captante maligno Fig. 14
Fig. 14
7.
Engrosamiento parietal no captante benigno Fig. 15
Fig. 15
8.
Engrosamiento parietal captante benigno Fig. 16
Fig. 16