Los hallazgos morfológicos en ecografía modo B resultan orientativos aunque inespecíficos,
por lo que es necesario realizar estudios complementarios con contraste en ecografía y TAC.
No obstante,
el hecho de detectar una gran lesión focal hepática polilobulada de más de 5 cm,
junto con otras satélites de menor tamaño,
debe hacer sospechar un colangiocarcinoma y no un hígado metastásico,
donde los tamaños de los nódulos serán más parecidos.
La dilatación de vía biliar,
calcificaciones y retracción capsular son hallazgos poco frecuentes en nuestro estudio.
El colangiocarcinoma intrahepático es una lesión focal que puede presentar cuatro patrones de captación de contraste en fase arterial,
superponibles tanto en CEUS como en TAC.
El patrón arterial más frecuente es la captación fina periférica (tipo I),
tanto en TAC (61,5 %) como en CEUS (38 %),
lo que concuerda con otros autores como Chen et al (55% y 47,5% respectivamente).
En fase portal se clasifican las lesiones sólo como hipercaptantes o hipocaptantes.
Nuestros resultados muestran que el patrón de hipercaptación es más frecuente (61,5% en CEUS y 69,2 % en TAC) que en el estudio de Chen et al,
donde se invierte el porcentaje (2,5% en CEUS y 37,5% en TAC).
En nuestro estudio el porcentaje de aciertos fue mayor en CEUS que en TAC,
probablemente porque éste último detecta más lesiones focales en casos de multicentricidad (69,2%),
lo que induce al diagnóstico de metástasis.
Los resultados de este estudio son preliminares,
ya que solamente tenemos 13 casos con estudio conjunto de CEUS y TAC de un total de 74 pacientes,
por lo que es necesario protocolizar el estudio de las lesiones focales hepáticas realizando TAC y ECUS en todos los casos de forma programada y por los mismos radiólogos.
Nuevos estudios podrían determinar si el realce tardío en TAC también es detectable mediante CEUS,
aunque pensamos que esto no es así porque en CEUS no hay fase intersticial.