This poster was originally presented at the SERAM 2012 meeting, May 24-28, in Granada/ES. Este póster ha sido presentado originalmente en el congreso de la SERAM 2012, 24-28 de mayo, en Granada/ES.
www.seram.es
Type:
Presentación Electrónica Científica
Keywords:
Musculoskeletal bone
Authors:
A. Lozano, J. Palmer Sancho, J. Llauger Rosello, M. Gómez-Chiari, S. Alfonso Cerdan, M. Gutiérrez Gimeno; Barcelona/ES
DOI:
10.1594/seram2012/S-1142
Material y método
Se trata de un estudio retrospectivo de 30 pacientes diagnosticados clínica y radiológicamente de OO que fueron tratados en nuestro centro con ablación por radiofrecuencia (APRF) guiada mediante TC,
desde noviembre del 2004 hasta Febrero del 2012.
En todos los pacientes el procedimiento se realizó con anestesia raquídea y sedación.
El nidus se localiza mediante TC y se selecciona el abordaje más adecuado,
intentando evitar estructuras neurovasculares.
Se procede a continuación a situar una aguja de Kirschner (1,8 mm) en el punto de la cortical a partir del cual se va a alcanzar la lesión.
De forma coaxial se coloca una cánula metálica (Ostycut 13G) sobre la aguja de Kirschner(Fig.1). Con un taladro accionado con batería se atraviesa la cortical con dicha aguja,
hasta alcanzar el nidus.
Tras comprobarlo,
manteniendo la cánula en posición,
se sustituye la aguja de Kirschner por la aguja de radiofrecuencia (Cooltip de 7mm o 10 mm según el diámetro del osteoma osteoide).
Tras una última comprobación,
se procede a la ablación.
El protocolo habitual consiste en alcanzar los 90º y mantenerlos durante 4 minutos,
sin refrigeración.
Debe procurarse dejar todo el extremo de la aguja dentro del hueso,
evitando su contacto con tejidos blandos.
Asimismo,
debe retirarse todo lo posible la cánula del Ostycut para evitar que contacte con el extremo distal del electrodo (fig.2).
Se revisaron las historias clínicas valorando la respuesta clínica al tratamiento,
el uso de medicación,
los hallazgos radiológicos antes y después de la APRF y las complicaciones del procedimiento.
El tiempo medio de seguimiento fue de 12meses (1-48meses).
Para el seguimiento post-APRF se realizó un control clínico a la semana,
y un control radiológico con Rx convencional entre 1-3 meses después del tratamiento y a los 12 meses.
En 14 pacientes se realizó un TC entre 9-12 meses después del tratamiento (fig.3) de los cuales en 9 no hubo cambios (fig.4),
en 3 se observó osificación completa de la lesión (fig.5) y en 2 cambios reactivos (fig.6).
Todos los pacientes una vez dados de alta fueron entrevistados telefónicamente valorándose de nuevo la respuesta clínica y el requerimiento de tratamiento antiinflamatorio entre los 2 y los 4 años después tratamiento.