La enfermedad litiásica renal tiene una frecuencia elevada (3-4% de la población),
con una alta tasa de recidiva (50%) y es de origen multifactorial. Representa uno de los motivos de consulta más habituales en urgencias,
así como de ingresos hospitalarios secundario a sus complicaciones.
Actualmente se dispone de múltiples opciones terapéuticas de tipo intervencionista,
que si bien en la mayoría de ocasiones no suponen riesgo para el paciente,
no se encuentran exentas de complicaciones.
¿Cuándo está indicada la extracción activa de la urolitiasis?
- Cuando el diámetro del cálculo es ≥ 7mm,
debido a la baja tasa de expulsión espontánea.
- Cuando no puede lograrse un alivio adecuado del dolor
- Cuando existe obstrucción asociada con infección.
*
- Cuando existe riesgo de pionefrosis o sepsis urinaria.
*
- Riñones únicos con obstrucción.
*
- Obstrucción bilateral.
TIPOS DE TRATAMIENTO EN LA ENFERMEDAD LITIÁSICA COMPLICADA:
1.- Litroticia extracorpórea por ondas de choque.
2.- Nefrolitotomía percutánea.
3.- Uréterorenoscopia y extracción/ondas/fragmentación mecánica.
4.- Pielolitotomía laparoscópica/ abierta.
Esquema orientativo del tratamiento de elección en función del tamaño y localización.
(Tabla 1)
HALLAZGOS RADIOLÓGICOS:
El TCMD tras administración de contraste e.v.
y las múltiples opciones de reconstrucción multiplanares,
permiten delimitar y habitualmente establecer el diagnóstico de las complicaciones del tratamiento de la enfermedad litiásica de vía excretora tales como:
Obstructivas: Litiasis residual (Fig.
1),
coágulos en vía urinaria (Fig.
2),
cambios inflamatorios (Fig.
3).
Infecciosas: Absceso renal en vía de acceso (Fig.
4) y secundario a litiasis residual (Fig.
5).
Lesión parenquimatosa: Secundaria a colocación de catéter ureteral (Fig.
6).
Lesión de la vía urinaria: Perforación de vía y formación de urinoma (Fig.
7).
Hemorrágicas y vasculares: Hematoma perirrenal y pararrenal posterior (Fig.
8, 9 y 10) y subcapular renal (Fig.
11).
Formación de pseudoaneurisma (Fig.
12) con/sin fístula AV.
Secundarias a lesión de órganos vecinos: Perforación de víscera hueca (Fig.
13 y 14),
traumatismos viscerales (Fig.
11).
Otras: Lesiones de la pleura (Fig.
15).