Type:
Presentación Electrónica Educativa
Keywords:
Pancreas, Abdomen
Authors:
S. Barrachina Hidalgo, A. Lorenzo Górriz, A. Navarro Ballester, S. Garcia Coquillat; Castellón/ES
DOI:
10.1594/seram2014/S-0233
Conclusiones
Ante el mejor conocimiento de la fisiopatología de la pancreatitis aguda y la mejora en su arsenal terapéutico,
esta patología ha sufrido grandes cambios en los últimos años, por lo que ha sido necesario actualizar los criterios para mejorar su diagnóstico y tratamiento según la nueva clasificación modificada de Atlanta en el 2012.
En conclusión:
- Hay que conocer las indicaciones de las pruebas complementarias para solicitarlas sólo en el caso de necesidad.
- En la fase temprana (1ª semana) las pruebas radiológicas tienen un papel limitado y pueden no ser necesarias a no ser que se sospeche la presencia de complicación.
Sin embargo en la fase tardía (a partir de la 2ª semana) serán necesarias para tipificar la pancreatitis y diagnósticar sus complicaciones con el objetivo de planificar el correcto tratamiento.
- Hay que diferenciar la pancreatitis aguda edematosa intersticial de la necrotizante,
basándose en el correcto diagnóstico de la presencia o ausencia de áreas de densidad heterogénea de tejido necrótico.
En algunos casos dudosos puede ser útil usar el término pancreatitis aguda indeterminada ante la dificultad de filiar el tipo,
debido a la presencia de edema durante la primera semana,
y esperar a ver la evolución.
- Es necesario usar la terminología adecuada para nombrar las complicaciones:
◊ En PAEI: colecciones líquidas agudas / pseudoquiste
◊ En pancreatitis necrotizante: colección con tejido necrótico /
necrosis encapsulada.
- No usar el término absceso o flemón pancreático.
- Se aconseja gradar la severidad radiológica por TC en leve/moderada/severa según el índice modificado de Mortele.