Se revisaron las mamografÃas con contraste realizadas en nuestro servicio en 15 pacientes con antecedente de cirugÃa previa y edades comprendidas entre los 23 y 74 años.
6 pacientes fueron sometidas a tumorectomÃa (3 carcinomas ductales infiltrantes,
2 fibroadenomas,
1 carcinoma intraductal),
8 cuadrantectomÃas (6 carcinomas ductales infiltrantes,
2 carcinomas lobulillares infiltrantes),
y una mamoplastia reconstructiva.
El tiempo transcurrido desde el acto quiúrgico hasta el momento de la exploración,
osciló desde los 11 meses a los 25 años (este último caso por exéresis previa de lesión benigna).
5 mujeres presentaron exploración clÃnica positiva en forma de nódulo sobre cicatriz o endurecimiento del área de la cirugÃa.
Las 10 mujeres restantes estaban asintomáticas y se encontraban bajo seguimiento oncológico,
salvo por 2 pacientes derivadas por molestias inespecÃficas con palpación negativa.
Todas las pacientes fueron valoradas inicialmente con mamografÃa y ecografÃa salvo 3 mujeres que fueron exploradas directamente con ultrasonidos. En base a los hallazgos radiológicos se otorgó una categorÃa Birads a cada lesión.
La mamografÃa con contraste se realizó en aquellas pacientes que mostraron cambios radiológicos evolutivos significativos en el aspecto de su cicatriz.
Las exploraciones se llevaron a cabo con un mamógrafo Senographe Essential (General Electric) con generador de doble exposición,
filtro de cobre y software especÃfico (Senobright).
Tras un tiempo aproximado de 120 segundos tras la inyección intravenosa del contraste yodado (a una dosis de 1,5 mg/kg,
concentración de 300 mg/ml y caudal de 3 cc/seg),
se adquirieron las 4 proyecciones habituales con compresión lo más aproximada posible a la aplicada en la exploración estandar y que no condicionara una reducción en el aporte sanguÃneo ( aproximadamente 10 daN).
Tras la realización de la mamografÃa con contraste,
se valoró la presencia o ausencia del realce en las imágenes recombinadas.
En caso afirmativo,
se realizó una valoración cualitativa de la intensidad de la captación,
dividiéndola en baja o alta.
Todas las lesiones con realce intenso fueron interpretadas como probablemente malignas (Birads 4),
independientemente de su morfologÃa.
El realce leve fue catalagado como un hallazgo probablemente secundario a la presencia de cambios inflamatorios y tejido de granulación en relación con la cirugÃa previa,
incluyéndose en la categorÃa Birads 3.
La caracterización morfológica del patrón de captación con la mamografÃa con contraste es limitada,
de modo que la forma,
bordes y heterogeinidad de las lesiones es en ocasiones difÃcil de precisar.
En nuestra serie de pacientes la presencia de un nódulo claramente definido en las dos proyecciones en el interior de una cicatriz,
unido a una intensidad elevada del realce nos sugirieron recidiva o presencia de restos tumorales.
Sin embargo,
un realce más complejo de delimitar,
o en anillo con paredes finas (ausencia de captación central) y de baja intensidad,
fueron sugestivos de cambios postquirúrgicos sin malignidad asociada.
Todas las lesiones que mostraron realce en la mamografÃa con contraste fueron analizadas mediante biopsia quirúrgica (5),
biopsia con aguja gruesa (2),
y punción y aspiración con aguja fina (1).
Las lesiones que fueron sugestivas de benignidad por su compartamiento tras la administración del contraste yodado,
fueron sometidas a biopsia con aguja gruesa (2),
punción aspiración con aguja fina (2),
y seguimiento radiológico con mamografÃa y/o ecografÃa (3).
Se correlacionaron el diagnóstico histopatológico o la estabilidad de las lesiones en los sucesivos controles radiológicos,
con el comportamiento de las mismas en la exploración que nos ocupa.
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