Se realizaron un total de 3950 colecistectomías en dicho periodo,
1770 abiertas y 2180 laparoscópicas.
Se objetivaron 19 lesiones de vía biliar principal,
13 en hombres y 6 en mujeres,
lo que constituye una tasa del 0,48%,
de las cuales 15 se produjeron en cirugía laparoscópica,
frente a 4 en cirugía abierta.
Según la clasificación de Estrasberg 5 fueron tipo A,
1 C,
4 D y 9 E.
12 fueron detectadas en el postoperatorio,
realizándose inicialmente ecografía de control y drenaje percutáneo de colecciones biliares en 5 casos.
Se han realizado 8 RM con colangiografía para localizar la lesión anatómicamente.
16 pacientes recibieron tratamiento quirúrgico,
con 5 procedimientos de CPTH para dilatación de estenosis de anastomosis hepaticoyeyunales.
3 pacientes se trataron con CPRE y colocación de prótesis.
No se detectaron lesiones vasculares preoperatorias asociadas.
2 pacientes fallecieron por complicaciones sépticas.
La ecografia abdominal es un excelente medio de diagnóstico,
ya que nos puede mostrar: dilatación de la vía biliar intra como extrahepática (de existir),
hasta el nivel de la lesión.
También puede visualizar colecciones perihepáticas y guiar tratamientos percutáneos.
Además de valorar evolución postratamiento (Fig. 1).
La TC de abdomen puede visualizar dilatación de la vía biliar intra como extrahepática,
colecciones,
atrofia hepática así como la valoración del pedículo hepático (Fig. 2,
Fig. 3 y Fig. 4).
La colangioRM es una técnica no invasiva, eficiente en el diagnóstico de las lesiones yatrógenicas de la vía biliar. Es especialmente útil la colangioRM con contrastes hepatobiliares específicos,
que son captados por los hepatocitos y eliminados por la bilis,
como el Mangafodipir trisódico o el Ácido Gadoxetico (Gd-EOB-DTPA).
Sus propiedades paramagnéticas permiten acortar el tiempo de relajación longitudinal (T1) del hígado y del árbol biliar por lo que estas estructuras aparecerán hiperintensas en las imágenes ponderadas en T1,
cuando el contraste es captado y eliminado por la vía biliar.
Son útiles para evaluar la función del árbol biliar,
fugas,
estenosis y anastomosis biliares entéricas ( Fig. 5, Fig. 6 y Fig. 7).
Las anastomosis bilio-entéricas hacen difícil o imposible el acceso a la papila mayor en la endoscopia.
La colangioRM es la técnica de imagen de elección para el estudio de la vía biliar y pancreática en los pacientes con anastomosis bilioentéricas.
Se ha publicado que la colangioRM tiene una sensibilidad del 100% para detectar estenosis de la anastomosis y del 90% para detectar litiasis en vía biliar próximal a la anatomosis.
La colangioRM tiene una sensibilidad del 100% en demostrar la anastomosis coledoco-yeyunal tras un Wipple (Fig. 8 y Fig. 9).
La colangiografia transparietohepática permite visualizar todo el árbol biliar en un 98% de los pacientes que presentan dilatación de los conductos biliares y en un 75% de aquellos que no la presentan.
Debido al empleo de la colangiografía endoscópica retrógrada y actualmente de la colangioRM sus indicaciones han disminuido,
quedando reservada para lesiones biliares con obstrucción completa,
ante fracasos o imposibilidad de realizar estudios anteriores.
Nos va a permitir en algunos casos realizar tratamiento como colocación de prótesis (Fig. 10).
La CPRE es un método invasivo que nos permite realizar el diagnóstico,
tipo y topografía de lesiones yatrogénicas de la vía biliar como fugas o estenosis (Fig. 11).