La ingesta accidental de espinas de pescado puede pasar desapercibida para el paciente y aunque en la mayoría de las ocasiones atraviesan el tracto gastrointestinal sin producir complicaciones,
pueden causar síntomas incluso meses o años después de la ingesta.
La perforación intestinal (descrita en menos del 1% de los casos) suele ser secundaria a una inflamación crónica de la pared,
con erosión de la misma,
y el sitio de la perforación suele ser cubierto por fibrina,
epiplon o asas intestinales,
por lo que los síntomas son escasos o larvados y el diagnóstico clínico suele ser difícil,
de ahí la importancia del diagnóstico radiológico.
La radiografía generalmente no es útil para detectar las espinas de pescado y en caso de perforación intestinal la cantidad de aire que pasa a la cavidad abdominal suele ser pequeña por lo que es difícil detectar neumoperitoneo.
La TC juega un papel fundamental en la detección de las complicaciones causadas por las espinas de pescado.
El sitio de la perforación se manifiesta como un segmento intestinal con pared engrosada asociado a cambios inflamatorios en la grasa adyacente,
neumoperitoneo generalmente localizado y posible ileo mecánico.
Ninguno de estos hallazgos es específico por lo que el diagnóstico definitivo radica en identificar la espina de pescado como una imagen lineal radiodensa que puede ser más fácilmente identificable en ventana ósea o con el empleo de proyección de máxima intensidad (MIP).
La espina de pescado se puede identificar en la pared de un segmento de intestino delgado (Fig 1)
Fig. 1: Fig 1. Varón de 81 años que presenta dolor abdominal, naúseas y defensa a la palpación en flanco y FID. En TC se identifica una imagen lineal en relación con un asa de intestino delgado (círculos en A y B) mejor identificada en la proyección MIP (E) asociado a leve neumoperitoneo (anterior al LHI en C) y a pequeña cantidad de líquido libre entre asas (flecha en D). Se interviene y se identifica perforación de intestino delgado por espina de pescado.
o de colon (Fig 2)
Fig. 2: Fig 2. Mujer de 51 años con dolor abdominal desde hace 2 dias. A la palpación presenta dolor selectivo en hipocondrio y flanco derecho. En la TC se identifica una imagen lineal radiodensa que sobresale de la pared del colon transverso (círculo en A y correlación con la pieza quirúrgica en C y D) asociado a hiperdensidad en la grasa adyacente, mínimo neumoperitoneo y engrosamiento de la pared del colon (B)
pero en ocasiones puede migrar y formar un granuloma o un plastrón inflamatorio en epiplón (Fig 3 y Fig 4) en cuyo caso la ecografía puede evidenciar una imagen lineal hiperecogénica en el seno de los cambios inflamatorios.
Fig. 3: Fig 3. Varón de 84 años con dolor y sensación de tumoración en hipogastrio. Cuatro meses antes había acudido a urgencias por dolor cólico en hipogastrio. Ecográficamente (A) se aprecia una imagen lineal hiperecogénica en el seno de un área hipoecoica anfractuosa localizada en epiplon mayor, hallazgos que se confirman en TC (flecha en B, círculo en C y reconstrucción sagital en D). Se interviene quirúrgicamente (E) y se extirpa un granuloma a cuerpo extraño (F) por espina de pescado (G)
Fig. 4: Fig 4. Varón de 70 años con dolor de 3 días de evolución a nivel supraumbilical. A la exploración presenta dolor y defensa en zona supraumbilical donde se palpa tumoración de consistencia pétrea. Ecográficamente (A) se observa una imagen lineal hiperecogénica en el seno de una lesión hipoecoica localizada en epiplon mayor, hallazgos que se confirman en TC (círculo en B, imagen magnificada en C, reconstrucción sagital en D y coronal en E). Se interviene quirúrgicamente y se identifica una espina de pescado en el epiplon mayor.
El empleo de contraste IV puede dificultar el diagnóstico de la espina de pescado al confundirse con una estructura vascular.
Esto es especialmente importante si se sospecha la presencia de una espina de pescado en faringe pero que no se logra visualizar endoscópicamente (Fig 5)
Fig. 5: Fig 5. Varón de 55 años que hace 3 días ingiere una espina de pescado. Acude por odinofagia intensa y disfagia. En la fibroscopia faringolaríngea se aprecia abombamiento de zona hipofaríngea lateral izquierda pero no se identifica cuerpo extraño. En la TC se observa un aumento de tamaño de la pared izquierda de la hipofaringe y en el seno de la misma una imagen puntiforme hiperdensa que se puede confundir con un vaso en el estudio con contraste (A y B) siendo más fácil su identificación en el estudio retrasado (C) y en la proyección MIP coronal (D). Se interviene y se extrae una espina de pescado de 3 cm.
En el caso de las conchas de almeja el diagnóstico es más fácil ya que son radiopacas (visibles en la radiografía simple) y su ingesta no suele pasar desapercibida (Fig 6).
Fig. 6: Fig 6. Mujer de 79 años que acude por atragantamiento con ingesta de concha de almeja que se detecta en radiografía lateral de tórax impactada en esófago distal.
No obstante en ocasiones puede ocurrir que el paciente no recuerde su ingesta y condicionen obstrucción intestinal diferida (Fig 7).
Fig. 7: Fig 7. Varón de 79 años operado de ca de colon. Acude por dolor y distensión abdominal. En la radiografía simple de abdomen (A) se aprecia discreta dilatación de intestino delgado y un cuerpo extraño radiopaco en FID (correlación con imagen coronal de TC en B), que ecográficamente (C) aparece como una imagen hiperecogénica con sombra posterior y que condicionaba obstrucción intestinal (D). Se interviene y se extrae una concha de almeja impactada en ileon.