Estudio retrospectivo de 5 casos de linfoma facial diagnosticados en nuestro hospital en los últimos 3 años.
3 fueron mujeres y 2 varones,
con una edad media de 58 años (Rango de38 a28 años).
Se ha revisado la historia clínica así como los estudios de imagen existentes.
A los 5 pacientes se les realizó un estudio de TC de la región nasosinusal mediante una adquisición helicoidal de1 mmcon 120 kV y 100 mA y reconstrucciones de2 mmen el plano axial y coronal con ventana de hueso y de3 mmen el plano axial con ventana de partes blandas,
a los 60 segundos tras la administración intravenosa de 90 ml de iohexol mediante una bomba de inyección.
Posteriormente y para completar el estudio de extensión se les realizó una RM con un equipo de 1,5 T,
con un protocolo de estudio que incluyó secuencias coronal T2,
axial y sagital STIR,
axial T2,
coronal T1 y axial T1 con supresión grasa sin y tras la administración intravenosa de gadobenato de dimeglumina.
Resultados:
Encontramos 2 lesiones en maxilar superior,
2 orbitarias y una mandibular.
En TC todas se presentaron como masa de partes blandas,
con mínima captación de contraste intravenoso,
ocasionando erosión ósea en las extraorbitarias. Ninguna de las intraorbitarias mostró erosión ósea.
En RM todas presentaron señal de intensidad intermedia en T1 y T2,
con realce homogéneo tras la administración de gadolinio.
Un 80% de los casos fueron linfoma tipo B y un 20% linfoma folicular.
En la bibliografía encontramos que aproximadamente la mitad de los pacientes con linfoma se presentan como enfermedad en cabeza o cuello,
sobre todo como adenopatías cervicales.
Solamente de 10% de los linfomas de cabeza y cuello son extranodales,
afectando con mayor frecuencia a las amígdalas.
(1)
La mayoría de clasificaciones distinguen entre el linfoma facial de células B,
células T y NK.
Los linfomas nasosinusales de tipo B típicamente afectan a los senos paranasales.
Los pacientes pueden presentar dolor,
masa facial o en paladar así como síntomas oculares.
Los linfomas tipo B se asocian más frecuentemente con síntomas oculares y extensión orbitaria que los de tipo T o de células NK.
En linfoma nasosinusal de tipo células T se localiza sobre todo en la cavidad nasal y tiene un crecimiento más invasivo con comportamiento agresivo y frecuentemente presenta erosión ósea.
Dentro de los subtipos de linfoma facial que se pueden presentar esta la variante NK extraganglionar / linfoma de células T,
el cual es de tipo nasal,
siendo de presentación rara y presentándose de forma endémica en Asia del Este y partes de Centro y América del Sur.
La relación hombre-mujer es de aproximadamente 3:1,
con picos en la quinta década de la vida.
El linfoma NK extraganglionar de células T es el subtipo histológico más frecuente en pacientes asiáticos.
La mayoría (80% -90%) tienen una presentación clínica con obstrucción nasal,
sinusitis,
úlcera,
y epistaxis debido a una destrucción paulatina de los tejidos faciales de la línea media.
Este tipo de linfoma nasal,
por lo general se presenta como masas destructivas que comprometen la cavidad nasal,
la nasofaringe,
los senos paranasales,
amígdalas,
la hipofaringe y la laringe.
(2)
Los linfomas primarios de la orbita ocurren de manera mas frecuente en pacientes entre 40 y 70 años de edad y típicamente presentan un crecimiento lento.
Es la neoplasia maligna más frecuente en esta localización en mayores de 60 años. Corresponden al 10-15% de las masas orbitarias y aproximadamente al 55 % de las masas malignas en esta misma localización.
Casi siempre son debidos a LNH,
encontrándose en el 4% de la localización extraganglionar.
Su origen más frecuente se encuentra en la glándula lagrimal aunque podría estar en cualquier zona de la órbita.
La afección bilateral aproximadamente en un 25 % y la presencia de focos metacrónicos en un 35 %.
(3)
El diagnóstico diferencial debe realizarse con pseudotumor orbitario.
Su presentación más frecuente es como proptosis.
El linfoma facial es tratado con una combinación de radioterapia y quimioterapia.
En los estudios de TC y RM de linfoma facial este se observa como una masa de partes blandas que realza con el contraste de forma moderada y homogénea.
Estos tumores también tienden a remodelar el hueso,
de forma agresiva en ocasiones.
La localización más frecuente son las fosas nasales y los senos maxilares.
Con menor frecuencia el linfoma puede estar localizado en los senos etmoidales y raramente en los senos frontales.
(4)
En RM presenta una señal de intensidad intermedia en todas las secuencias,
con realce tras la administración de contraste.