INTRODUCCIÓN
Nuestro servicio no dispone de una sección de radiología pediátrica como tal,
sin embargo,
dispone de un grupo de profesionales más especializados en pediatría.
Para evitar irradiar a los niños,
nos decidimos a poner en marcha la urosonografía miccional,
técnica que se está utilizando desde hace más de una década en otros centros,
con una sensibilidad y especificidad comparable a la de la Cistouretrografía Miccional Seriada (CUMS) próxima al 100%.
Iniciamos nuestra experiencia después de revisar los trabajos realizados por el Dr.
Darge,
la Dra.
Berrocal y la Dra.
Duran 1,2,3.
A su vez,
asistimos a un curso realizado por la Dra.
Duran que constó de un apartado teórico y un apartado práctico,
en el que se realizaron urosonografías en directo.
Constituimos un equipo estable formado por dos técnicos especialistas en imagen y dos radiólogos.
MATERIAL Y MÉTODO
Realizamos 30 UMS en pacientes de edades comprendidas entre 17 días y 13 años,
siendo la edad media de 3 años.
En los primeros 9 casos (6 niñas y 3 niños) aprovechando el sondaje,
se realizó seguidamente la CUMS para correlacionar hallazgos (Fig. 1, Fig. 2 y Fig. 3)
Todas las exploraciones se realizaron con el consentimiento informado firmado por los padres.
Todos los pacientes recibieron cobertura antibiótica.
Para disminuir el disconfort y el llanto en los pacientes menores de 1 año,
en algunos casos,
administramos vía oral unas gotas de una solución de sacarosa al 20%.
Solo un paciente requirió sedación por retraso psicomotor.
La CUMS es,
hasta el momento,
la técnica de imagen más utilizada para detectar el reflujo vesicoureteral (RVU),
incluyendo el estudio de la uretra.
Sin embargo,
la irradiación es su principal desventaja,
sobre todo si pensamos que los pacientes a los que más se realiza esta prueba son en su mayoría niños menores de 5 años y que en el campo de irradiación se localizan las gónadas.
Para la realización de la CUMS utilizamos un equipo Siemens Axion Iconos R200.
El contraste empleado fue Diatrizoato de sodio y meglumina (Plenigraf ® Juste,
España).
Para la relización de la CUMS seguimos el protocolo del hospital.
Después de sondar al paciente con un catéter de 5-8 F,
via transuretral,
se introduce el contraste yodado.
Posteriormente,
se procede al llenado vesical por gravedad conectando un equipo de goteo a la sonda,
a una altura de un metro.
Durante la fase de llenado se valora la presencia de RVU mediante fluoroscopia pulsada.
En el momento de máxima repleción vesical se retira la sonda y se estudia la uretra durante la micción (perfil en niñas y oblicua en niños).
Para la realización de la UMS es necesario un equipo formado por un radiólogo y dos técnicos.
Utilizamos dos ecógrafos de alta gama equipados con software específico para contraste: Antares y Acuson Sequoia 512 (Siemens,
Germany).
Los trabajos revisados aconsejan que el ecógrafo disponga de una imagen dual en la misma pantalla (imagen de armónicos o modo contraste e imagen fundamental o modo B) (Fig. 4).
El modo contraste utiliza índices mecánicos bajos que preservan las microburbujas de contraste,
en cambio el modo B utiliza índices mecánicos altos que favorecen su rotura.
Utilizamos transductores "cónvex" multifrecuencia (4-6 MHz) variando la frecuencia en función de la edad y constitución de cada niño.
El contraste utilizado fue un contraste ecográfico de segunda generación (SonoVue ®,
(Bracco,
Italy)),
bajo uso compasivo,
realizándose en todos los casos estudio cíclico.
Los contrastes ecográficos están formados por microburbujas de gas estabilizadas con distintas substancias cuya función es potenciar la señal ecográfica.
El reflujo vesicoureteral se traduce en la visualización de contenido hiperecogénico en la vía urinaria.
Este aumento de señal ecográfica es más difícil de diferenciar del tejido circundante cuando se utiliza la ecografía fundamental y es más sencillo de detectar cuando se utiliza la imagen de armónicos (Fig. 5).
El procedimiento de la UMS es similar al de la CUMS.
Después de introducir por vía transuretral,
una sonda semirígida de 5-8 F,
al paciente,
ésta se conecta a un equipo de suero salino al que previamente se ha inyectado la preparación del contraste ecográfico (1-1,5 ml).
Posteriormente la bolsa se conecta a un presurómetro a fin de conseguir un estudio de alta perfusión.
Durante todo el estudio uno de los técnicos realiza un ligero movimiento de la bolsa para homogenizar el contenido.
A continuación se inicia el llenado vesical y es este momento cuando se procede al estudio de la vejiga y los riñones mediante cortes longitudinales y transversales,
a fin de valorar la existencia de RVU.
En el momento de máxima repleción,en niños mayores,
se retira la sonda y se realiza el estudio de la uretra durante la micción.
En niños pequeños la sonda se retira cuando el paciente micciona alrededror del catéter.
El abordaje uretral puede ser transperineal interescrotal y/o transpélvico suprapúbico en varones y transpelvico suprapúbico y/o interlabial en niñas.4,5,6.