La terapia de reperfusión es un tratamiento eficaz en el ictus isquémico agudo,
no obstante el beneficio de este procedimiento debe sopesarse con los riesgos,
siendo la transformación hemorrágica la principal complicación.
En un área de isquemia cerebral,
el grado de hemorragia post-tratamiento puede variar desde pequeños punteados hasta grandes hematomas intraparenquimatosos (Tab.
1).
Mientras que la TH sintomática tiene un efecto negativo en los resultados clínicos a corto y a largo plazo,
la TH asintomática ha sido habitualmente considerada como un epifenómeno de la reperfusión en el tejido isquémico sin ningún impacto clínico.
No obstante,
las implicaciones clínicas de la TH aún no están del todo claras y estudios recientes han demostrado que la TH asintomática podría relacionarse con peores resultados,
por lo que su reconocimiento precoz resultaría útil.
En el ictus isquémico agudo,
después de los procedimientos de revascularización intra-arterial,
se realiza de forma rutinaria una TC de cráneo sin contraste para estimar la presencia de TH y de otras posibles complicaciones.
En estos estudios es frecuente encontrar lesiones hiperdensas difíciles de interpretar.
El término "lesiones hiperdensas” en el contexto del tratamiento del ictus define hiperdensidades de aparición reciente tras procedimientos de revascularización.
Algunas de estas lesiones presentan características radiológicas incompatibles con productos hemáticos.
El mecanismo de estas hiperdensidades podría ser simplemente secundario a una fuga de medio de contraste desde los vasos al espacio extracelular durante la angiografía y la alteración de la barrera hematoencefalica sería una condición necesaria,
aunque no suficiente para que este fenómeno ocurra.
La alteración en la integridad de la barrera hematoencefalica es causada por los radicales libres producidos durante la isquemia y la reperfusión,
así como por daño vascular directo secundario a la utilización de agentes trombolíticos y de procedimientos mecánicos.
Aunque puede resultar difícil discriminar una hiperatenuación debida a EC respecto a la causada por TH,
cada una de estas entidades presenta determinadas características radiológicas que aportan información útil en el diagnostico diferencial (Tab.
2).
En la TC simple,
la hiperdensidad derivada del contraste yodado extravasado tiene una evolución temporal diferente respecto a la hemorragia (Tab.
3).
La sangre presenta una caída de la densidad lenta y lineal,
para hacerse isodenasa al parénquima cerebral después de varias semanas,
incluso puede observarse un aumento de la densidad durante las primeras horas,
al producirse concentración de los glóbulos rojos (Fig.
1).
La EC,
sin embargo presenta un lavado significativo en 24-48 horas,
con una caída rápida de la densidad en los estudios de control (Fig.
2).
Además,
si el valor de atenuación en la lesión supera notablemente la esperada para la hemorragia (Tab.
4),
se asume que existe una componente de contraste en ella (Fig.
3).
En cuanto a la localización,
en un estudio reciente no se han mostrado desigualdades significativas entre las lesiones con componente hemático y las que no lo presentaban.
Asimismo,
la EC,
a diferencia de la hemorragia,
no se suele asociar edema perilesional ni efecto de masa sobre las estructuras vecinas.
El estudio estándar para descartar una TH después de la terapia de reperfusión consiste en una TC sin contraste basal post-tratamiento realizándose posteriormente una TC de control a las 24 horas para confirmar la desaparición de la hiperdensidad.
Mientras que este protocolo es el más utilizado,
también puede emplearse la RM dado que tiene una sensibilidad equivalente a la TC en la detección de la hemorragia aguda.
Sin embargo,
la RM es más sensible y específica que la TC en la detección de transformación hemorrágica en pacientes sometidos a tratamiento de reperfusión intra-arterial,
ya que la TC no diferencia la densidad de la sangre respecto a la del contraste iodado extravasado.
A pesar de que la RM se considera la prueba de referencia para distinguir la EC de la TH,
se ha demostrado alta sensibilidad y especificidad para la TC de energía dual,
no obstante,
debido a su alto nivel de complejidad técnica,
la limitada disponibilidad y el costo,
los equipos de TC de energía dual no son ampliamente utilizados para este fin.