Type:
Presentación Electrónica Educativa
Authors:
J. Fernández Mata1, Y. J. Siu Navarro1, L. Y. Castañeda Rodriguez1, M. E. Reimunde Seoane1, P. García González2, R. Gavela Ramón1; 1Gijón/ES, 2Gijón, Asturias/ES
DOI:
10.1594/seram2014/S-1052
Revisión del tema
Los cuerpos extraños (c.e.) en los niños son motivo de consulta frecuente en los Servicios de Urgencia.
La clínica que presentan es muy variada desde ser indolentes y pasar desapercibidos,
identificándose como un hallazgo incidental,
hasta producir dolor u otros síntomas en el paciente.
El diagnóstico suele ser sencillo ante una sospecha clínica adecuada secundaria,
en la mayoría de los casos,
a la presencia de testigos durante el evento,
teniendo solo que utilizar la radiografía (Rx) simple para confirmar la presencia del objeto en cuestión y la localización del mismo.
En otras ocasiones o ante una mala orientación clínica son necesarias otras pruebas de imagen como la ecografía (eco),
la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM) con las que el radiólogo ha de estar familiarizado para evitar interpretaciones erróneas,
y por tanto,
diagnósticos tardíos que pueden desencadenar complicaciones indeseadas.
Asimismo,
las distintas pruebas de imagen,
a parte de la función diagnóstica,
pueden desempeñar un papel terapéutico,
principalmente la ecografía debido a su inocuidad,
a su bajo coste y a que se trata de una prueba dinámica en la que el médico está interactuando con el paciente de forma continua pudiendo extraer el c.e.
en tiempo real.