Discusión:
El PICC se considera un método conveniente de acceso intravenoso a largo plazo,
proporcionando comodidad y mejor tolerancia a los pacientes en comparación con los catéteres venosos periféricos o centrales.
Aunque esta vía de acceso está asociada a variedades de complicaciones,
cabe destacar por su severidad las infecciones y las trombosis venosas.
En nuestra institución,
las complicaciones tras la instauración del PICC correspondió ser 23 casos del total (7,1 %),
siendo las más frecuentes las sospecha de infecciones,
seguida de extrusión y obstrucción/rotura del catéter,
todas ellas requiriendo recambio del mismo.
A pesar de la alta frecuencia de colocación de PICC,
la incidencia global de trombosis venosa asociada al PICC fue baja (1,2 % en este estudio).
Aunque estos valores son alentadores,
debemos tener en cuenta,
que al ser un estudio retrospectivo,
se ha contabilizado únicamente a los pacientes con trombosis venosa sintomática.
Debido a la no realización de estudio diagnóstico de tipo doppler ecográfico o flebografía de contraste,
en todos los pacientes que recibieron PICC,
podría infraestimar el valor exacto de esta complicación,
ya que ellas pueden presentarse de manera asintomáticas.
Varios autores refieren una incidencia significativamente mayor de trombosis venosa,
en torno a 2 % a 38 %.
Con respecto a los sitios de inserción PICC se vio que en las vena basílica (16/267),
vena cefálica (2/6) y vena braquial (3/51) requirieron recolocación de PICC.
La mayor incidencia de complicación en la vena cefálica,
puede estar relacionado con las características anatómicas tales como menor diámetro y menor afluentes.
Estos datos concuerdan con los hallazgos descritos por Gasparotto et al,
donde encontraron 1.4 veces más complicaciones en la vena cefálica que en la basílica.
Con respecto a las complicaciones observadas en pacientes con sospecha de infecciones,
debido al cuadro séptico que presentaba,
se realizaron hemocultivo y cultivo de punta de catéter,
resultando ser positivo únicamente para los hemocultivos en 3 de los 7 pacientes,
con resultado negativo para cultivo de punta de catéter.
De las cuales,
se confirmó que el Klebsiella era de origen respiratorio (cultivo de esputo positivo).
Los 2 pacientes restantes no se confirmaron el origen séptico.
Dado la ausencia de infección relacionado al PICC,
demostrado tras el resultado negativo en el cultivo de la punta de catéter,
consideramos es consecuente a las medidas antisépticas adoptadas para la realización de dicho procedimiento,
visto en el video (Figura 1).
Nuestro estudio tiene varias limitaciones.
Primero,
es un estudio retrospectivo,
por lo que nuestros datos subestiman el número real de trombosis venosa asociada al PICC,
secundario a la ausencia de un protocolo de seguimiento ecográfico o flebográfico sistemático en estos pacientes.
Segundo,
no se analizaron la causa de defunción en pacientes con antecedentes de colocación del PICC,
por lo que el estudio podría estar infravalorando complicaciones devastadores como tromboembolismo pulmonar y/o émbolos sépticos por catéter. Por último,
como se registraron las complicaciones manifestadas en rango de periodo muy amplio (desde 1 día hasta 9 meses y 16 días),
se desconoce la implicación de otros factores ajenos al PICC, ya sea trombogénicos o inmunológicos,
debido a que todos los pacientes con complicaciones fueron aquellos con historial oncológico.
Conclusión:
El resultado del estudio realizado nos indica que la incidencia de complicaciones asociada a la colocación de PICC es baja,
por lo que esta vía de acceso venoso es una alternativa efectiva,
segura y cómoda para los pacientes.